Este trabajo se orientó al desarrollo de un modelo matemático para evaluar el efecto de la inclinación de la silla teniendo en cuenta las características biomecánicas del usuario. El modelo incluye el peso corporal, la postura, la flexión de la pelvis y el tronco, y se consideran inclinaciones en el asiento de 5º y –5º. A partir de la información recogida durante un experimento con 26 participantes se realizó un proceso de validación para medir la habilidad del modelo para predecir correctamente los valores de la carga en la tuberosidad isquiática. Los resultados muestran que el modelo es consistente puesto que su precisión es de 82% y la calidad de predicción de pred (25)= 0,77. Se desarrolló también una ecuación para calcular la presión intradiscal a partir de la carga en la tuberosidad isquiática. El modelo biomecánico y sus ecuaciones pueden ser utilizados para analizar los efectos de la inclinación de la silla y de su espaldar en los procesos de diseño de asientos.
INTRODUCCIÓN
La postura sentada en el trabajo de oficina ha sido ampliamente estudiada por diferentes autores [1-5]. El objetivo siempre ha sido mejorar las exigencias posturales y reducir los riesgos asociados. Aunque se ha señalado a la población de conductores por su mayor riesgo de desarrollar afecciones como la lumbalgia [6, 7], no ha habido un gran número de estudios sobre la postura sentada en la conducción y, mientras tanto, la prevalencia del dolor lumbar entre esta población sigue siendo una de las más altas [8-10].
La mala nutrición de los discos intervertebrales conduce a un proceso degenerativo y está fuertemente asociada al dolor de espalda [1, 11]. La cifosis debida a la flexión del tronco mantiene una presión continua de los discos que provoca su deshidratación [12]. Este es uno de los motivos de los dolores lumbares entre los conductores [13].
Una revisión bibliográfica sobre los requisitos de las sillas ergonómicas para conductores muestra que se centran en gran medida en la reducción de las molestias o del factor de riesgo del dolor lumbar. Así, los estudios se dirigen a definir las especificaciones de los soportes lumbares [14-16], las dimensiones y la inclinación del asiento y el respaldo [14, 17-19] y las características de los cojines [20-23]; otros, se centran en los efectos de la vibración [24-25]. Sin embargo, parece que aún no se ha encontrado la clave para reducir el dolor lumbar en posición sentada, ya que la prevalencia de la enfermedad sigue siendo elevada.
En realidad, la presión intradiscal determina la carga biomecánica de la columna vertebral. En particular, el estudio de las características tipológicas de la postura sentada ha sido la clave para encontrar las posturas menos exigentes [26-27].
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