La Formación Tatuí es una unidad litoestratigráfica de la Cuenca del Paraná que aflora exclusivamente en el Estado de São Paulo, Brasil. En su borde nororiental está formada por limolitas y areniscas finas que poseen intercalaciones de areniscas gruesas y conglomeráticas. Este trabajo caracterizó en esta formación diversas evidencias de fósiles: huellas, artrópodos (conchostracos, crustáceos isópodos e indeterminados), vegetales (helechos y fanerógamas) y restos de vertebrados (escamas y dientes de Actinopterygii y Sarcopterygii). Foraminíferos y espículas de esponjas fueron reportados en comunicaciones breves, entretanto, sin estar acompañado de ilustraciones y de sus posiciones estratigráficas. Tres fases de deposición permiten reconstruir el paleoambiente de la Formación Tatuí. En la primera fase hay presencia solamente de fósiles eurihalinas en limolitas. En la segunda fase, fósiles continentales (conchostracos y vegetales) que están presentes en camadas limolíticas masivas o laminadas y en conglomerados vinculados a una etapa regresiva. Finalmente, la tercera fase se caracteriza por una etapa transgresiva con la presencia de estratificación cruzada “hummocky” y aumento de la salinidad.
INTRODUCCIÓN
Las unidades litoestratigráficas del Pennsylvanian - Pérmico de la Cuenca del Paraná brasileña son, de la más antigua a la más joven: Itararé, Guatá y el Grupo Passa Dois. Se unen en la Supersecuencia Gondwana I por Milani y Ramos (1998).
La Formación Tatuí del Pérmico Temprano, estudiada en esta contribución, está crono-correlacionada con dos formaciones del Grupo Guatá, Río Bonito, y Palermo, del sur de Brasil, y de Sudáfrica, Formación Prince Albert (Milani et al., 2007; Holz et al., 2010; Chahud, 2011).
Las areniscas finas, a veces con estratificación cruzada hummocky, y las limolitas son las litologías principales de la Formación Tatuí. Las areniscas gruesas y conglomeráticas, localmente bastante gruesas, son litologías menores (Washburne, 1930; Soares, 1972; Massoli, 1980; Fúlfaro et al., 1984; Stevaux et al., 1986; Assine et al., 2003; Holz et al., 2010; Chahud, 2011; Chahud et al., 2012). La mayoría de estas contribuciones trataban sobre la litoestratigrafía y los paleoambientes, pero los fósiles se registran en comunicaciones pobres, sin descripciones ni ilustraciones.
Los gruesos lechos conglomeráticos eran conocidos informalmente como la Facies Ibicatu (Soares, 1972). La sección tipo de esta facies, ahora destruida, estaba cubierta por depósitos del Irati. Por lo tanto, esta facies fue a veces erróneamente asignada a los lechos basales del Irati (Miembro Taquaral). La Facies Ibicatu está efectivamente presente en diferentes posiciones estratigráficas dentro de la Formación Tatuí (Fúlfaro et. al., 1984; Stevaux et al., 1986; Assine et al., 2003; Holz et al., 2010; Chahud, 2011).
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