EAFIT y el Municipio de Itagüí

El aporte de 11.500 computadores y la adecuación de aulas hacen parte del convenio. Ayer el rector Juan Luis Mejía hizo un recuento histórico de las tecnologías en educación.

Siempre ha habido tecnología para la educación, pero ahora estamos avasallados. De esta forma empezó Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, la conferencia con la que dilucidó, ayer martes 14 de agosto, el acercamiento, transformación y posicionamiento de los procesos tecnológicos en las dinámicas educativas del hombre.

Y a esa suma de conceptos se refirió el directivo en la lección inaugural del proyecto en el que trabaja la Universidad con el Municipio de Itagüí, y con el que se pretende que todos los procesos de formación se encaminen a los cambios tecnológicos que se dan día a día.

El proyecto se denomina Uso y apropiación de las Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), en la que docentes, estudiantes de secundaria, comunidad académica y representantes de la Alcaldía de Itagüí escucharon la charla del Rector referida a preguntas como: ¿de dónde venimos?, ¿dónde estamos? y ¿para dónde vamos?

Fue una lección que permitió un recorrido durante 5.000 años de la humanidad en la que el lenguaje ha sido el eje, y en la que la innovación ha permitido el avance y el desarrollo de habilidades que llevan a que el proceso de aprendizaje varíe y sea más rápido.

“Este es un trabajo que permitirá transformar el sector educativo del municipio. La alianza entre Universidad y Estado ayudará que los docentes introduzcan las tecnologías a la clase y los estudiantes, a la par, comprendan que estas tecnologías no son solo para divertirse”, dijo Mauricio Moreno López, asesor jurídico de la Secretaría de Educación de Itagüí.

El recuento histórico hecho por el Rector llevó a la recordación del quipu, el ábaco, papiro, el pergamino, el descubrimiento del papel, la imprenta, la tinta, Gutemberg, el transistor, la fotografía… pasó por los videojuegos y llegó al computador y a los teléfonos móviles inteligentes.

Las mismas lógicas

Juan Luis Mejía hizo una mención especial de los videojuegos. De estos reconoció que los criticó en otro tiempo, pero aseguró que van a ser fundamentales durante todo el proceso educativo.

Agregó que el trabajo de formación acelerado se da con los jóvenes, pero que los mayores tienen que empezar con el proceso de acercamiento a la tecnología. “Es un gran reto que tenemos, porque somos los adultos los que debemos alfabetizarnos”.

“Esta alianza con EAFIT, con la infraestructura tecnológica, más el compromiso de nuestros directivos docentes y la inserción de estas tecnologías al acto educativo, al proceso de aprendizaje, nos va a entregar como primer municipio en Colombia que ha iniciado un proceso de computadores uno a uno, un proyecto de inserción de tecnología que nos va a permitir avanzar en el proceso educativo”, comentó Moreno López.

Por su parte, Claudia Zea Restrepo, coordinadora del programa Proyecto 50 de EAFIT, especificó que este trabajo conjunto es un reto valioso que se les ha ofrecido la vida con el fin de poder trabajar con un municipio e incorporar todas estas tecnologías.

“Son 556 aulas digitales. Hablamos de todos los salones de clase que el municipio tiene. Tableros interactivos que les va a permitir, no solo transformar completamente la forma como son las clases, sino desde allí acceder a múltiples recursos también interactivos que van a mostrar una alta cantidad de oportunidades. Igualmente, van a disponer de 11.500 computadores para que los niños de primaria todos puedan tener acceso a un computador”.

Este proyecto se implementa desde semanas atrás. El primer acercamiento fue con los docentes y los directivos. “Buscamos que sean ellos los que planteen esas nuevas oportunidades y cómo pueden ir incorporando todas estas tecnologías poco a poco en el trabajo con los niños”, detalló Claudia Zea.

Este es un trabajo que requiere tiempo pero que demanda rapidez, pues las herramientas tecnológicas varían con el paso de los días.

Una clave dentro de esta suma educación y tecnología es que “el profesor deja de ser dictador de clase, en lugar de eso debe convertirse en un acompañante del proceso de formación”, apuntó el Rector.