A pesar de esta tendencia, el color sigue siendo fundamental para la industria de los alimentos porque el cerebro humano asocia los sabores con los colores. Foto Pixabay.

Sin embargo, muchas personas en la industria se preguntaran ¿qué es un producto natural para los consumidores en este momento?

Muchas personas consideran que la ausencia de colores artificiales es fundamental para que un producto se perciba como natural. Por eso, las personas son muy exigentes en cuanto a lo que consideran como "colores naturales". Las frutas y las verduras son las únicas materias primas que entran dentro de esta categoría, ya que los colores obtenidos de fuentes naturales como el carbón vegetal o el carmín obtenidos de insectos como la cochinilla, no se consideran como colores naturales.

A pesar de esta tendencia, el color sigue siendo fundamental para la industria de los alimentos porque el cerebro humano asocia los sabores con los colores. La correcta elección del color genera, entonces, un efecto significativo en el éxito de un producto y su compra.

Lo importante de esta propuesta natural es que los colores de los alimentos provienen de otros alimentos como lo son las frutas, verduras y plantas comestibles. Sin perder la gama de colores, brillo y estabilidad e influir en el sabor, la textura o sensación en la boca del producto final.

El etiquetado limpio ayuda a identificar estas propuestas, ya que es el proceso que garantiza que los alimentos y bebidas estén libres de aditivos artificiales, mientras ofrece un listado breve y comprensible de los ingredientes que contiene los productos desde su origen y su uso. Alrededor del 67% de los consumidores buscan y valoran todos los alimentos que contengan este tipo de información comprensible ya que satisfacen la necesidad de que sean productos naturales y transparentes.

Para que la fabricación de colores naturales cumpla con el etiquetado limpio es necesario que se haga un control excelente de todo el proceso y la cadena de suministro desde la selección de las semillas hasta la aplicación de los concentrados finales.

¿Cómo se hace?

A través de varias fases, las frutas y verduras se cortan y cocinas, se les quitan las fibras y se elimina el agua. El jugo restante que es rico en color se concentra a los niveles estandarizados, sin utilizar disolventes orgánicos ni aditivos químicos.

Luego, los concentrados se mezclan y se adecúan a las necesidades de cada cliente para conseguir el tono y la intensidad de color que se desea. Es importante tener en cuenta que aunque las soluciones naturales para dar color son eficaces, cada producto tiene sus requisitos específicos.

Finalmente, en este momento se espera que los alimentos colorantes se conviertan en el estándar del sector a nivel

internacional ya que las tendencias con ingredientes naturales y etiquetado limpio está cogiendo cada vez más fuerza en el mercado. Por eso, es importante que las empresas agroalimentarias y en fin, toda la industria alimenticia también se adecúen a estos productos para poder satisfacer la creciente demanda.