Açaí, fruto amazónico que se ha consolidado en todo el mundo. Fuente Agencia de Noticias UN.

La Amazonia colombiana es la segunda con más riqueza en plantas con flores después de la brasilera. Fuente Agencia de Noticias UN.

Después de la actualización del catálogo de plantas con flores de la Amazonia colombiana, realizado por Jhon Alexander Infante, magíster en Ciencias-Biología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), se encontró que de las 20 familias más ricas del país, el 50 % alcanza su mayor diversidad en dicha región.

“Es un gran banco genético cuyo conocimiento es clave pues permite, entre otras cosas, entender la diversificación de la flora en Colombia. En ninguna otra parte tenemos testimonios más antiguos”, explica el profesor Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales, quien dirigió la investigación.

Gracias a este trabajo, que implicó la sistematización de la información consignada en diferentes fuentes bibliográficas, también se observó, por ejemplo, que la Amazonia colombiana –que cuenta con 333 especies endémicas– es la segunda que registra más especies después de la brasileña, si se considera todo el conjunto de esta región que abarca ocho naciones.

De las mencionadas plantas endémicas, apenas el 9 % tiene una evaluación del riesgo de extinción, por lo cual es prioritario llevar a cabo una valoración, sobre todo en el piedemonte y las áreas aledañas donde las amenazas por la deforestación del río Napo –hacia la frontera con Ecuador– y la minería en las áreas limítrofes con Brasil se hacen cada vez más evidentes.

Así mismo, se revela entre otras características que el 17 % de los ejemplares presenta más de un hábito de crecimiento; por ejemplo la Varronia spinescens presenta hasta cinco.

Específicamente, el 43 % de los ejemplares crece como árbol, característica que marca una importante diferencia con la región Andina, donde predominan las hierbas y arbustos.

Preservación y uso responsable

Según el profesor Rangel es fundamental que el país conozca esta información, porque se crea evidencia académica para que autoridades y científicos diseñen medidas de conservación teniendo en cuenta los desafíos que se están enfrentando durante el posacuerdo en temas ambientales.

Con mayor conocimiento se puede promover un uso responsable de la diversidad. El profesor Rangel resalta el ejemplo de Brasil, donde se han potenciado industrias como la alimenticia y la estética gracias a las investigaciones realizadas sobre las propiedades de las plantas amazónicas.

Un ejemplo de ello es la comercialización y el prestigio que ha adquirido en todo el mundo el açaí, un fruto con propiedades antioxidantes, energéticas y depurativas que mitiga afecciones como el colesterol y el estreñimiento, entre otros beneficios.

“Por ahora comenzamos con un inventario real, confiable, con testimonios sobre la riqueza de plantas con flores en esta región”, concluye el académico.