Gracias a una aplicación web desarrollada por ingenieros de sistemas, se envía la información a un hardware desarrollado por ingenieros electrónicos y se inicia una comunicación para ejecutar la acción correspondiente.
Cada vez que se requiere encender o apagar un bombillo, el operario envía una orden a través de la aplicación, de tal manera que una vez llega al hardware se procesa y ejecuta, para luego enviar la información correspondiente de vuelta a la aplicación.
Este sistema opera en el laboratorio del Grupo de Compatibilidad Electromagnética de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), a partir de los avances alcanzados con el uso del denominado internet de la cosas (IoT).
“Debido a que una aplicación se encuentra a la espera de recibir órdenes, en el momento en que el usuario hace clic, la información es enviada a un servidor que a su vez la reenvía un hardware ubicado en el lugar donde se lleva a cabo la orden para que la procese y ejecute”, precisa Santiago Morales, estudiante de la Maestría en Ingeniería de Sistemas.
Basta con que el hardware cuente con los requerimientos mínimos de alimentación eléctrica y comunicación en el lugar donde se encuentra emplazado para que pueda recibir la información de la aplicación vía internet.
Se trata de un proceso que se realiza en milésimas de segundo y no suele presentar mayores retrasos en los tiempos de ejecución.
Envía alertas El procedimiento permite medir datos relacionados con temperatura y consumo de energía, de modo que se podrían garantizar condiciones de seguridad de fábricas de motores, generadores de energía o almacenamiento de servidores.
“Si la temperatura de un cuarto de servidores supera los 15 oC y alcanza los 20 o 22 oC, se pueden dañar los equipos, lo que se podría evitar con esta tecnología”, precisa el magíster.
Según el grado de desarrollo del programa, el sistema estaría en capacidad de enviar una alerta o tomar las acciones como apagar los servidores que pudieran ser afectados o suspender el flujo de energía, con el fin de superar la emergencia sin intervención física de ninguna persona.
Como la aplicación permite que se integre la información suministrada por una cámara de video, su uso se podría ampliar tanto al sector de la detección vehicular como a aspectos relacionados con protocolos de seguridad que restrinjan el acceso a determinadas zonas.
Otra de las posibles aplicaciones en la práctica es la visualización de la información suministrada por estaciones agroclimáticas que miden diversas variables físicas. Esta información se almacena y procesa según las indicaciones que especifiquen especialistas en los campos de la climatología y las ciencias agrarias.
La herramienta, creada por investigadores de España y EE UU, ayudará a predecir la evolución del cáncer en pacientes a partir de las propiedades mecánicas y del área donde se desarrolla, que se pueden conocer a través de una biopsia o técnicas de imagen.
Un ChatGPT español no suena nada descabellado en un mundo impulsado por avances tecnológicos cada vez más veloces y en el que la inteligencia artificial (IA) ha demostrado su capacidad para adaptarse y abrir nuevas posibilidades en diversos campos. En este sentido, durante el Mobile World Congress (MWC) España ha dado un paso importante hacia el futuro con el desarrollo de su propio Large Language Model (LLM) entrenado en español y lenguas cooficiales.
Hormigas, abejas y termitas son algunos de los animales que expelen sustancias que les permite comunicarse entre sí (estigmergia), optimizando la coordinación de sus colonias y su relación con el entorno. Este comportamiento se simuló en laboratorio con un enjambre de pequeños robots, mediante luz ultravioleta, y sus resultados son positivos para la industria, ya que en un futuro esta capacidad de inteligencia grupal y conocimiento compartido permitiría clasificar objetos en bodegas o granjas, por ejemplo. Además, mediante inteligencia artificial (IA) desarrollaron aprendizaje automático.
Este enfoque, más rápido y preciso que algunas alternativas, podría resultar útil para robots que interactúan con humanos o trabajan en espacios reducidos.
Se está debatiendo mucho sobre el papel de la inteligencia artificial en el ámbito laboral y el impacto que esta nueva tecnología tendrá en tareas repetitivas. La Generación Z formada por los jóvenes que están empezando su carrera laboral ahora, será la principal afectada por la irrupción de la IA, pero ya está comenzando su contraofensiva: utilizar la IA como entrenador para conseguir un empleo.
Cada día es una historia nueva con la IA. Si hace unas semanas era Sora, ahora es EMO la inteligencia artificial generativa que nos deja impresionados. Y al contrario de lo que suele ser habitual, en este caso no viene ni de OpenAI ni de Google ni de ninguno de los grandes actores del panorama. La nueva IA viene de China, pues ha sido presentada por Alibaba.