Berlin/Buenos Aires, noviembre 2013 – Argentina suele asociarse con fútbol, tango y carne. Sin embargo, gracias a su riqueza en recursos naturales, el país goza también de una larga tradición en la producción agroalimentaria de primer nivel. Una gran variedad de ecosistemas y amplia extensión de tierras cultivables permite a Argentina producir frutas y hortalizas de excelente calidad.
El sector agroalimentario cuenta con una significativa productividad y peso en la economía nacional. El gran volumen de exportaciones alimentarias supone además una constante entrada de ingresos y flujo de moneda extranjera. En este sentido cabe destacar que frutas y hortalizas se encuentran entre las principales exportaciones argentinas, muy por delante de otros bienes tradicionales por los cuales el país suele ser conocido. De hecho, sus exportaciones hortofrutícolas, que llegan a más de 100 países, alcanzan ya los 1.7 millones de dólares, cifras que muestran un destacado crecimiento y sitúan al país andino entre los grandes exportadores internacionales de frescos.
Con una amplia extensión de tierra fértil y excelente ubicación geográfica, Argentina exporta en la actualidad 1.9 millones de toneladas de frutas y hortalizas al año. En línea con el crecimiento y la prosperidad de Latinoamérica, el sector productor de frescos ha generado un índice de crecimiento anual del 11.2% durante la última década. Con una participación del 32%, Europa se mantiene como el socio exportador más destacado de Argentina, seguido de Brasil (28%), Rusia (11%), y Estados Unidos (7%). Sin embargo, Asia y el Norte de África, especialmente Argelia (4%), han multiplicado su demanda de frutas y hortalizas argentinas en los últimos cinco años.
Argentina, con un territorio que se extiende de norte a sur, goza de diversos climas y zonas de vegetación, lo que le permite ofrecer al mundo una amplia variedad de frutas y hortalizas.
El norte, caracterizado por su clima subtropical, seco y templado, produce excelentes cosechas de limones, naranjas, mandarinas, plátanos, aguacates y arándanos. El centro del país, zona de la capital, donde impera el clima moderado, es el lugar de cultivo de arándanos, nectarinas, cítricos y melocotón. La región de Cuyo, con su clima seco y tierra árida, es la ubicación adecuada para las plantaciones de cerezas, olivos, manzanas, peras, nectarinas y ciruelas. Finalmente la Patagonia, destaca por sus peras y manzanas que, producidas en la zona alta del Valle de Río Negro y Neuquén, están consideradas entre las mejores del mundo. Además, la región también es rica en frambuesas, cerezas, uva, ciruela, melocotón y arándanos.
Del mismo modo que sucede con las frutas, la producción de hortalizas se reparte entre numerosas regiones del país. Y si bien destacan las exportaciones de ajos, cebollas y legumbres; calabazas, olivos, patatas y tomates también son ampliamente reconocidos por su calidad.
El país sobresale por sus exportaciones de manzanas, uvas y peras - de esta última Argentina es líder de exportaciones a nivel mundial - así como cítricos, fruta de hueso (cereza, ciruela y melocotón) y frutos silvestres (arándanos y fresa).
Argentina ha estado presente en FRUIT LOGISTICA desde el año 2000. El pabellón argentino, organizado por la Fundación ExportAr y el CFI (Consejo Federal de Inversiones), reúne en esta edición a más de 50 exportadores en un stand de 840 metros de dimensión.
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La industria nacional está comenzando a vivir una nueva era. Está asumiendo el camino de la industria 4.0: la nueva revolución industrial, que llega de la mano de la producción inteligente, de la digitalización, la nube, el internet de las cosas y las soluciones inteligentes tanto para las fábricas como para el perfeccionamiento de los procesos.
A partir de un sistema integral que emplea vapor de agua para calentar el bagazo, el nuevo desarrollo tecnológico disminuirá hasta en un 50 % la energía requerida para el procesamiento de los jugos de caña y la obtención de panela.
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