El avance, realizado por el Grupo de Automática de la U.N. (Gaunal), fue expuesto en la Facultad de Minas durante el seminario que se adelantó en la Sede Medellín, en la línea de Matemáticas Avanzada para el Control y los Sistemas Dinámicos. En dicho encuentro se afirmó que el logro del grupo aportaría al desarrollo de un método de generación de energía alternativa.
“Con maíz y caña de azúcar hoy se produce biomasa para combustibles; pero se considera que las microlagas pueden ser más eficientes, pues absorben una mayor cantidad de luz solar y capturan de mejor manera el CO2. Sin embargo, se trata de tecnologías no viables desde el punto de vista económico”, destaca el director del grupo, Jairo José Espinosa Oviedo.
Este profesor titular de la Facultad de Minas y del Departamento de Energía Eléctrica y Automática precisa que el trabajo que se adelanta actualmente se ha enfocado en los aspectos económicos, por lo cual se han utilizado modelos matemáticos para tratar de mejorar esas tecnologías y los métodos de producción, de manera que resulten industrialmente viables.
Por su parte, el magíster en Ingeniería Química y candidato a doctor, César Augusto Gómez Pérez, destaca que el proyecto de modelación, en el que ya encontró un punto de reducción del costo es solo una parte de los estudios que están teniendo lugar en muchas universidades del país.
“No podemos hacerlo todo en materia de biorreactores, pero este trabajo es una contribución a un tema al que hay que apuntarle. Ecopetrol está muy interesado en utilizar este tipo de biotecnologías, pero el problema está en los costos”, señala el integrante de Gaunal.
Gómez Pérez ha trabajado como base en el modelo de tres tipos de biorreactores: el de pantalla plana, el burbujeante y el tubular (ver foto 1). La modelación matemática del experto se ha enfocado en este último.
El joven investigador señala que los principales recursos de producción de los biorreactores de microalgas son el CO2 y la luz, ambos muy económicos. No obstante, el problema de la economía del proceso está ligado a cómo introducir los nutrientes y la energía suficientes para obtener una alta productividad de microalgas.
El profesor Jairo José Espinosa Oviedo explica que dentro de la producción de los biorreactores, los métodos de aireación (como la agitación) todavía resultan muy costosos, así como los nutrientes que se agregan y otros elementos como nitrógeno, azufre y fósforo.
El cultivo de microlagas es el ‘corazón’ de una biorrefinería. Ellas son cultivadas en tanques y lagos, pero son propensas a contaminarse, por lo cual la productividad desciende. Esta es solo una de las variables que tuvo en cuenta el investigador para modelar los costos de producción de energía con fotobiorreactores.
El cultivo de microlagas es el ‘corazón’ de una biorrefinería. Ellas son cultivadas en tanques y lagos, pero son propensas a contaminarse, por lo cual la productividad desciende. Esta es solo una de las variables que tuvo en cuenta el investigador para modelar los costos de producción de energía con fotobiorreactores.
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La preocupación hacia los nano y microplásticos y su impacto en el medio ambiente y la salud de los organismos vivos ha aumentado considerablemente. Actualmente, no existe una metodología de análisis estandarizada para estudiar la presencia de estos, pero las autoridades ya comienzan a restringirlos. Además, existe un obstáculo clave que impide realizar las pruebas oportunas sobre los micro y nano materiales: la disponibilidad limitada de materiales caracterizados y trazables biológicamente. Por tanto, para poder continuar con esta línea de investigación es necesario disponer de partículas que sirvan de referencia, es decir, que conserven la naturaleza química del material y que tengan el tamaño de partícula adecuado.
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