La Entidad de Coordinación Binacional CABBIO promueve la interacción e integración entre las universidades, los Centros de desarrollo tecnológico, de innovación y el sector productivo en el campo de la biotecnología.
Dentro de sus políticas de cooperación, CABBIO amplía sus actividades invitando a participar a otros países de la región en el componente de capacitación.
Colciencias ha establecido un acuerdo de cooperación con CABBIO, a través del Sector de Cooperación Técnica de la Embajada de Brasil, para que Colombia se beneficie de los cursos de formación de alto nivel en biotecnología que ofrece anualmente esta Entidad.
Para ser elegibles a participar en los cursos de CABBIO, es necesario cumplir con los requisitos de formación académica y experiencia descritos en el calendario de cursos (Anexo 8).
Los interesados deben enviar la documentación que se describe a continuación al Programa Nacional de Biotecnología al correo electrónico [email protected], poniendo como asunto: “Convocatoria Cursos CABBIO 2018”. Dicha documentación deberá ser enviada antes de las fechas de cierre de inscripción que se encuentran en el cronograma (numeral 10), de acuerdo con lo descrito en el documento “Condiciones para participar 2018”.
No se recibirán aplicaciones por otro medio diferente al ya mencionado.
Documentación:
Documento de Condiciones para participar 2018
Colciencias, preseleccionará a los candidatos para cada curso y remitirá directamente a CABBIO la documentación correspondiente en las fechas estipuladas.
CABBIO apoyará económicamente la matrícula del curso, el alojamiento y los viáticos diarios para alimentación en la ciudad sede del curso.
Colciencias, informará los resultados de la selección a través de una comunicación oficial a cada postulante, antes de la fecha de realización del curso al cual aplicó.
Posteriormente, CABBIO o el organizador de cada curso, enviará una comunicación oficial al seleccionado, informando su aceptación al curso, en caso que sea aprobada.
Para mayor información contactar a:
Centro de Contacto Tel: (1)6 258480, ext. 2081, Bogotá
E-mail: [email protected]
La preocupación hacia los nano y microplásticos y su impacto en el medio ambiente y la salud de los organismos vivos ha aumentado considerablemente. Actualmente, no existe una metodología de análisis estandarizada para estudiar la presencia de estos, pero las autoridades ya comienzan a restringirlos. Además, existe un obstáculo clave que impide realizar las pruebas oportunas sobre los micro y nano materiales: la disponibilidad limitada de materiales caracterizados y trazables biológicamente. Por tanto, para poder continuar con esta línea de investigación es necesario disponer de partículas que sirvan de referencia, es decir, que conserven la naturaleza química del material y que tengan el tamaño de partícula adecuado.
AIMPLAS avanza en nuevas tecnologías para la descarbonización y la transición energética de la industria y el transporte, a través de dos proyectos de investigación y desarrollo financiados por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) y los fondos FEDER.
El equipo del proyecto MMAtwo, financiado con fondos europeos, presentó una tecnología para procesar residuos de polimetacrilato de metilo y convertirlos en materiales utilizables en una segunda vida.
El biomaterial desarrollado por el ICMM-CSIC se combina con campos magnéticos para crear una matriz que permitirá la colonización por células neurales de las zonas dañadas de la médula espinal.
Una mezcla de dicho fosfato cálcico -el cristal principal de huesos y dientes, que les confiere su dureza característica- y dióxido de titanio, puesta sobre láminas de metal de titanio, demostró tener una valiosa propiedad magnética que, al activarse con los rayos ultravioleta (UV) o energía solar, resulta muy útil en la eliminación o clarificación del agua contaminada con clorhexidina, sustancia presente en jabones líquidos, utilizados especialmente en entornos hospitalarios.
Mediante cámaras que recrean las fisuras de las rocas, investigadores alemanes han demostrado cómo los flujos de calor subterráneos pudieron enriquecer los componentes prebióticos y aumentar su reactividad, favoreciendo la aparición de los primeros organismos vivos.