“Hay mucho que hacer, debemos empezar por apoyar los esfuerzos de diversos Estados y municipios que están separando la basura y que la llevan a tiraderos después de la pepena. Lo que resulta de ese proceso es mucha materia orgánica en descomposición que podemos utilizar para generar electricidad”, dijo Mario Escárcega Leos, Director General de BIEECO.
El especialista explicó que el problema que surge tras dichos esfuerzos es que los desechos orgánicos deben transportarse hacia más lugares apartados de las centros de acopio. Primero, porque es muy costoso y segundo, porque los rellenos sanitarios impactan a poblaciones aledañas ya que generan contaminantes y plagas en grandes cantidades. “BIEECO está incursionando en el tratamiento de basura con la idea de aplicar las mejores tecnologías, a fin de obtener un remanente de energía, después de dicho proceso. En este momento ya está lista la aplicación y estamos en pláticas con los gobiernos de diversos estados para implementar este tipo tecnología”, dijo.
De acuerdo a INEGI, más de la mitad de la basura del país se genera en siete entidades: CDMX (19.7%), Estado de México (9.6%), Jalisco (7.6%), Veracruz (5.2%) Guanajuato (4.3%), Tamaulipas (3.7%) y Nuevo León (3.6%). “Nosotros estamos en charlas con las que han establecido centros de acopio para cerrar sus procesos ecológicos. Ya nos acostumbramos a ver tiraderos, pero desde el punto de vista ecológico, son muestra de un proceso inconcluso. Si en lugar de dejar residuos orgánicos contaminantes, tenemos la oportunidad de aprovecharlos y limpiarlos, hay que hacerlo. En todas nuestras aplicaciones BIEECO, completamos, cerramos, estos procesos urbanos o industriales que generan residuos contaminantes para entregar un país más limpio a las nuevas generaciones”, concluyó Mario Escárcega.
SOBRE BIEECO
Es una empresa ecológica 100% mexicana que contribuye al cuidado y protección del medio ambiente, con la tecnología sustentable más avanzada a nivel mundial.Está integrada por cuatro divisiones:
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.
La FAO presentará sus principales iniciativas para la gestión sostenible de suelos en la región, como el mapa mundial de nutrientes suelos, el protocolo de evaluación del manejo sostenible de los suelos, el programa Doctores de Suelos, y los proyectos SOILFER, en Guatemala y Honduras, y SOILCARE en el Caribe.
Un nuevo estudio confirma que 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales. Según el organismo, una vez más se han batido récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie y en los océanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas indica que en 2022 se produjeron un total de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que supone un 82 % más que en 2010. Según el documento, esta cifra va camino de aumentar un 32 % en 2030 si no se toman medidas.