Por su trabajo en la recuperación de los suelos marinos degradados con el programa “Diáspora”, Ecopetrol recibió el Premio Accenture a la Innovación en la categoría de Responsabilidad Social Empresarial.
El jurado, compuesto por 70 expertos y líderes en diferentes temáticas, destacó el aporte innovador de la compañía con la construcción de 100 arrecifes artificiales en el Golfo de Morrosquillo, para lo que usó tramos obsoletos de oleoductos en el corredor infralitoral entre la milla y las tres millas de la costa, frente a los municipios de San Antero, Coveñas y Tolú, que han permitido recuperar el lecho marino y lograr incrementos ostensibles en la productividad pesquera regional.
El proceso ya tiene solicitud de patente en Colombia y se ha replicado en otros puertos donde Ecopetrol hace presencia como en la Rada de Tumaco y en la Bahía de Pozos Colorados, Santa Marta. Así mismo se plantea como un proyecto de restauración pesquera frente a Cartagena.
Ecopetrol hace extensivo el premio a las entidades que también hacen parte del equipo Diáspora, así como a la comunidad de Pescadores del Golfo que a través de su empeño y trabajo mancomunado han aprendido a trabajar como un solo equipo para despertar la conciencia sobre la protección y mejoramiento del entorno.
Es el segundo año en que la compañía recibe el Premio Accenture a la Innovación. En 2013 la Empresa ganó en la categoría Recursos Energéticos con la estrategia contra el hurto de combustibles, lo que demuestra que la innovación en Ecopetrol ocurre en diferentes temas y escenarios, no solo en el tecnológico, según Rafael Alberto Erazo Ramírez, líder de Gestión de Innovación de la Vicepresidencia de Innovación y Tecnología. Con este premio ya son dos los que recibe el programa Diáspora. En noviembre del año pasado, dicho programa recibió el Premio Acipet a la Innovación en la categoría de Medio Ambiente.
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.
La FAO presentará sus principales iniciativas para la gestión sostenible de suelos en la región, como el mapa mundial de nutrientes suelos, el protocolo de evaluación del manejo sostenible de los suelos, el programa Doctores de Suelos, y los proyectos SOILFER, en Guatemala y Honduras, y SOILCARE en el Caribe.
Un nuevo estudio confirma que 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales. Según el organismo, una vez más se han batido récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie y en los océanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas indica que en 2022 se produjeron un total de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que supone un 82 % más que en 2010. Según el documento, esta cifra va camino de aumentar un 32 % en 2030 si no se toman medidas.