Este desarrollo, denominado “Proceso para hidrotratar aceite vegetal mezclado con fracciones pesadas del petróleo”, es la tercera patente relacionada con biocombustibles que recibe la empresa, sumada a las del Biocetano® y las Bioparafinas. El proceso que cuenta con esta protección industrial sirve para aprovechar la capacidad instalada en las refinerías, al coprocesar el aceite natural de origen vegetal junto con los derivados pesados del proceso de refinación.
El reconocimiento rige por 20 años contados a partir de diciembre de 2009 y es la octava patente otorgada a la empresa en el año 2013.
Tres ciudades europeas muestran cómo el arte y la cultura pueden contribuir a crear barrios bellos, sostenibles e inclusivos.
La unión de ribavirina y remdesivir consigue eliminar de forma rápida el virus al inducir un exceso de mutaciones en su genoma que le impiden multiplicarse con eficacia.
La preocupación hacia los nano y microplásticos y su impacto en el medio ambiente y la salud de los organismos vivos ha aumentado considerablemente. Actualmente, no existe una metodología de análisis estandarizada para estudiar la presencia de estos, pero las autoridades ya comienzan a restringirlos. Además, existe un obstáculo clave que impide realizar las pruebas oportunas sobre los micro y nano materiales: la disponibilidad limitada de materiales caracterizados y trazables biológicamente. Por tanto, para poder continuar con esta línea de investigación es necesario disponer de partículas que sirvan de referencia, es decir, que conserven la naturaleza química del material y que tengan el tamaño de partícula adecuado.
AIMPLAS avanza en nuevas tecnologías para la descarbonización y la transición energética de la industria y el transporte, a través de dos proyectos de investigación y desarrollo financiados por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) y los fondos FEDER.
El equipo del proyecto MMAtwo, financiado con fondos europeos, presentó una tecnología para procesar residuos de polimetacrilato de metilo y convertirlos en materiales utilizables en una segunda vida.
El biomaterial desarrollado por el ICMM-CSIC se combina con campos magnéticos para crear una matriz que permitirá la colonización por células neurales de las zonas dañadas de la médula espinal.