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2016-12-27El impacto en innovación de los acuerdos comerciales con China

BID |En los últimos años varios países firmaron tratados de comercio con el gigante asiático que incorporan cláusulas específicas de transferencia tecnológica. ¿Cuál fue el impacto efectivo de esos acuerdos? Este artículo presenta los lineamientos de una investigación en curso.

Innovación y comercio. ¿Dos caras de la misma moneda?

Cada vez con mayor frecuencia, los acuerdos comerciales trascienden los aspectos puramente arancelarios. Capítulos de transferencia de tecnología, inversiones, aspectos migratorios, estándares ambientales y sociales se suman a las negociaciones clásicas por eliminar barreras al comercio.

Al mismo tiempo, crecen las expectativas de que los acuerdos comerciales otorguen beneficios a los firmantes en las múltiples dimensiones donde se espera tenga lugar el intercambio.

En este sentido resulta interesante explorar las posibilidades de abordar el vínculo entre los acuerdos comerciales y los procesos de innovación. Una vía para ello la sugiere la investigación de Baghdadi et al (2013) y Martínez-Zarzoso (2016), focalizado en el impacto de los acuerdos comerciales en el cuidado ambiental. Otro antecedente en la literatura reciente es Morales-Lage et al (2016), que analiza el impacto de las políticas ambientales en innovación.

Esta nota presenta algunos conceptos elaborados de manera exploratoria de una investigación más exhaustiva que lleva adelante el INTAL cuyo propósito es analizar un grupo de los tratados comerciales en función de los aspectos relacionados con la innovación que contemplen.[1]

Tomamos aquí diez acuerdos comerciales firmados por China, por tratarse de un socio estratégico de la región. A los tres países que ya han firmado Acuerdos de Libre Comercio (ALC) con China, se suma Colombia que ya ha iniciado negociaciones para avanzar en el mismo sentido. También Uruguay ha mostrado intención de ir en esa dirección tras la visita del presidente Tabaré Vázquez a Beijing en noviembre de 2016, aunque en un estadio aún muy preliminar.

En lo que respecta a China, Baumann (2016) muestra que el gigante asiático ha tenido un papel muy activo en la negociación de acuerdos preferenciales, en negociaciones que fueron mutando de formatos rígidos a diálogos abiertos donde se hace lugar a las demandas de los sectores prioritarios de cada país. En los últimos años y tras acumular experiencia en la región, la diplomacia comercial china se mostró más dispuesta a incluir condiciones específicas en cada convenio.

En la actualidad, China transita por cambios sustanciales en su modelo económico, donde el foco se traslada de la producción al consumo y la apuesta a la innovación es clave para sostener un proceso de desarrollo. ¿Podrán los socios comerciales de China beneficiarse con los recursos volcados a la innovación y su nuevo rol en el modelo chino?

Será difícil que las tasas de crecimiento vuelvan a elevarse hasta los dígitos y más usual que se ubiquen en el entorno de 6%, la llamada “nueva normalidad”. Para el 2021, cuando se cumplan cien años de la fundación del Partido Comunista, China tiene el objetivo de convertirse en una sociedad medianamente acomodada. Ambición que crece para 2049, cuando se celebren cien años de la Revolución China, pretende ser una nación desarrollada.

Para alcanzar esa meta, el sector externo juega un rol fundamental. En el frente externo, la estrategia china se concentra en los siguientes aspectos:[2]

  • Negociación de acuerdos comerciales con socios estratégicos
  • Mejorar el valor agregado de las exportaciones
  • Estrategia de importación de productos de consumo (bienes de lujo)
  • Fomentar la exportación de servicios (financieros, diseño, informática)
  • Selección de uso de capitales extranjeros según necesidades sectoriales
  • Mejorar el ambiente comercial para atraer inversiones extranjeras
  • Estimular empresas chinas para invertir en el exterior
  • Creación de nuevas zonas francas en la costa

Por niveles de comercio a precios corrientes, China es el mayor exportador y el segundo importador del mundo. Tratados comerciales e innovación parecen estar en la vanguardia de la combinación de factores que conforman la receta china al desarrollo. Pero, ¿cómo impactan estos acuerdos a las contrapartes firmantes en materia de innovación?

Intercambio tecnológico en acuerdos comerciales

En los diferentes artículos que componen los textos de un acuerdo comercial puede haber o no decisiones explícitas de intercambio tecnológico. En este trabajo hemos escogido cuatro áreas donde suelen darse estos intercambios para Tratados de Libre Comercio (TLC) y Acuerdos de Integración Económica (AIE). Estas áreas son las siguientes.

  • Cooperación técnica
  • Transferencia de tecnología
  • Investigación, desarrollo e innovación
  • Patentes y propiedad intelectual 

El Cuadro 1 resume diez acuerdos firmados con China por diferentes países, ordenados según la fecha de entrada en vigor del acuerdo. Para la elaboración del Cuadro 1 hemos utilizado exclusivamente el texto del acuerdo firmado. Por ejemplo, para el caso de Chile, el artículo 68 establece mecanismos de cooperación técnica y de transferencia de tecnología en áreas industriales específicas y en minería. Mientras que el artículo 106 establece intercambio en investigación y desarrollo, y el artículo 111 en propiedad intelectual. En tanto que el acuerdo firmado entre China y Perú subraya la “cooperación técnica mencionada en diferentes áreas y que las partes reconocen la importancia de los derechos de propiedad intelectual en la promoción del desarrollo social y económico, particularmente en la globalización del comercio y la innovación tecnológica, así como la de la transferencia y difusión de la tecnología” (artículo 144). También el artículo 148 aborda temas de cooperación y desarrollo de capacidades y el artículo 155 temas específicos de transferencia tecnología para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas. El contenido de los diez acuerdos seleccionados puede verse en el siguiente resumen:

Cuadro 1. Contenido en intercambio tecnológico de acuerdos comerciales seleccionados firmados con China


Es posible observar así la generalización del contenido en materia de trasferencia tecnológica a partir de los acuerdos firmados desde 2010. Todos los acuerdos firmados con posterioridad a esa fecha incluyen los cuatro aspectos analizados de manera explícita, también los incluye el de Chile, aunque fue firmado previamente.

El impacto en materia de innovación

Es lícito preguntarse entonces si estas cláusulas que no forman parte del núcleo duro de la negociación comercial, pero se encuentran presentes en la mayoría de los tratados modernos, han tenido algún tipo de impacto concreto en los países firmantes. Realizamos entonces un ejercicio análogo al de Martínez-Zarzoso (2016), quien tras diferenciar los acuerdos comerciales que cuentan con disposiciones ambientales estudia si éstas disposiciones tuvieron a su vez algún impacto en la política ambiental y los niveles de contaminación de los países que participaron de los acuerdos. Nos encontramos, no obstante, con una dificultad adicional: no es sencillo medir de manera objetiva la evolución tecnológica de un país y su desempeño en el área de innovación.

La literatura tradicional utiliza con este objetivo diferentes indicadores, que van desde el número de patentes solicitadas hasta las publicaciones internacionales de los investigadores del país, o incluso el porcentaje de empresas que posee su propio sitio en internet.

A modo de primera aproximación, aquí exploramos dos indicadores tradicionales de la literatura sobre innovación. En primer lugar, el nivel de gasto en investigación y desarrollo en relación al Producto Interno Bruto (PIB), y en segundo lugar las exportaciones de productos de alta tecnología como porcentaje de las exportaciones de productos manufacturados. Si bien se tratan de indicadores clásicos, no están ausentes de dificultades. Por ejemplo, la clasificación de exportaciones con contenido tecnológico subestima la incorporación de tecnología en el sector primario y la innovación en la siembra con nuevas semillas o la agricultura de precisión.[3] O bien, puede sobreestimar el contenido tecnológico de los productos de alta tecnología cuando se trata de fracciones de una cadena de valor que no corresponden a las fases intensivas en innovación.

En el primer caso, nos preguntamos si el fortalecimiento de los vínculos con China ha actuado como un incentivo o un desincentivo para que un país invierta en innovación. Es evidente que las decisiones de política de innovación no dependerán exclusivamente del “efecto acuerdo con China”, ni siquiera del conjunto de acuerdos comerciales firmados por cada país, sino que dependen de una variedad de factores, como la especialización productiva o las políticas de educación. Una muestra más grande y el modelo gravitacional utilizado por Baghdadi et al (2013) nos permitirán avanzar en una segunda etapa con el objeto de aislar el efecto de los acuerdos.[4]

Cuadro 2. Evolución del gasto en investigación y desarrollo (% del PIB) tras los acuerdos comerciales firmados con China



El Cuadro 2 muestra los valores de gasto en Investigación y Desarrollo en el año previo a la firma del acuerdo con China para cada país, el último dato disponible y la diferencia entre ambos períodos.

No parece a priori que los acuerdos con China hayan derivado en un fuerte incentivo a la apuesta por la innovación. Ninguno de los países que presentan datos para después de 2014 muestran una variación significativa en este indicador respecto al desempeño previo a la firma del acuerdo. Apenas medio punto del PIB fue la diferencia, negativa en este caso, de Singapur entre 2008 y 2014 (la más alta de la muestra en términos absolutos).

No podemos en esta etapa, sin embargo, obtener conclusiones determinantes al respecto que recién se podrán hacer con en la etapa posterior de formalización y estimación del modelo. Por ejemplo, la proporción de I&D es un resultado neto de aumentos (que podrían estar relacionados con actividades orientadas al comercio con China) y caídas (derivadas de otros factores).

Es probable también que exista un problema de implementación, y que los países no hayan aprovechado aún al máximo las oportunidades de cooperación tecnológica que brindan estos acuerdos, una hipótesis a estudiar en el futuro. De comprobarse las dificultades de implementación sería clave incentivar las alianzas público-privadas en esta área para que partiendo del texto acordado generen los instrumentos apropiados para la transferencia tecnológica entre países a nivel sectorial.

El segundo indicador que utilizamos en este enfoque preliminar es “exportaciones de productos de alta tecnología como porcentaje de las exportaciones de productos manufacturados”. El Cuadro 3 muestra la variación en este caso para los diez países entre el año previo a la firma del acuerdo y el presente.

Cuadro 3. Evolución de las exportaciones de productos de alta tecnología como porcentaje de las exportaciones de productos manufacturados.



Este otro indicador revela mayor diversidad de impacto. Islandia eleva más de 4 puntos porcentuales sus exportaciones de alta tecnología tras el acuerdo con China, mientras que Nueva Zelanda lo hace en 0,5 puntos porcentuales. Otros países, como Costa Rica, Singapur, Perú y Chile, muestran la tendencia opuesta. [5] En el promedio de la muestra seleccionada se produce un descenso de 0,28, poco significativo al compensarse los avances de algunos países con el retroceso de otros.

La necesidad de medir el impacto en la innovación

¿Cómo pueden los países aprovechar las oportunidades que ofrecen los acuerdos comerciales en materia de transferencia tecnológica? ¿En qué circunstancias particulares las cláusulas sobre innovación de los países han tenido buenos resultados? ¿En qué medida los mecanismos previstos en los acuerdos comerciales han contribuido a cerrar la brecha tecnológica entre los países firmantes?

No pretendemos aquí agotar las respuestas a estas preguntas, simplemente dejar abierta la necesidad de encontrar respuestas y anticipar el camino en el que estamos trabajando en su búsqueda.

En este primer texto exploratorio intentamos dar apenas un primer paso hacia la medición del impacto de los acuerdos comerciales en el desempeño en materia de innovación de los países firmantes.

La investigación en curso incluye además la fragmentación por grupos de país, puesto que no es lo mismo la trasferencia de tecnología que pueda darse entre países ya desarrollados, y los acuerdos entre países con diverso grado de desarrollo. Como así también incorpora la necesidad de tener en cuenta los rezagos a la hora de medir el impacto en innovación.

También indagaremos sobre las diferencias en el impacto entre los tratados de comercio que incluyen mecanismos específicos de intercambio tecnológico, cooperación técnica y fomento a la innovación y desarrollo, de aquellos acuerdos que no incluyen estas cláusulas.

En futuras investigaciones extenderemos estos resultados preliminares a más acuerdos, países e indicadores de innovación (en especial patentes y exportaciones de diverso grado de contenido tecnológico), de modo de tener un panorama amplio del impacto que pueden tener los tratados comerciales en el desarrollo tecnológico.

Referencias bibliográficas

Baghdadi, L., Martinez-Zarzoso, I. y Zitouna, H. (2013). “Are RTA agreements with environmental provisions reducing emissions?”. Journal of International Economics. 90 (2): 378-390.

Baumann, R. (2016), “Acuerdos hechos a medida. El camino a la flexibilidad”, Revista Integración & Comercio Número 40, Made in Chi-LAT, BID, INTAL.

Martinez-Zarzoso, I. (2016), “El impacto ambiental de los acuerdos comerciales”, Revista Integración & Comercio Número 41, mimeo, en prensa.

Moneta, C. (2016), “De la producción al consumo. La transformación de China hacia 2050”, Revista Integración & Comercio Número 40, Made in Chi-LAT, BID, INTAL.

Morales-Lage, R, Bengochea-Morancho, Aurelia, y Martínez-Zarzoso, I. (2016), “Does environmental policy stringency foster innovation and productivity in OECD countries?”, Discussion Paper, N 282, Center for European, Governance, and Economic Development Research.

Tang J. (2016), “Más allá de la complementariedad”, Revista Integración & Comercio Número 40, Made in Chi-LAT, BID, INTAL.

[1] No hacemos aquí ninguna relación de causalidad entre los indicadores, tarea que dejamos para una instancia posterior. En la etapa posterior del trabajo utilizaremos un modelo gravitacional que buscará explicar los determinantes de los avances o retrocesos en los indicadores de innovación estimado con técnicas de datos de panel, siguiendo a Martínez-Zarzoso (2016). Las variables instrumentales (rezagos de indicadores seleccionados) servirán también para intentar aislar el impacto de los acuerdos.

[2] Para un análisis de los distintos planes quinquenales véase Moneta (2016).

[3] En una segunda etapa del trabajo intentaremos construir indicadores de innovación que tengan en cuenta también estos factores, de singular importancia para América Latina.

[4] Como mencionamos antes, en este trabajo presentamos solo algunos conceptos preliminares de la etapa exploratoria de la investigación.

[5] Sobre la complementariedad reciente de las economías latinoamericanas con China véase Tang (2016)

Redactor: Santiago Chelala


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