Los conferencistas que presidirán la Jornada son el agregado de cooperación de la embajada de Francia en Colombia, Regis Guillaume, el presidente del comité Ecos – Nord de Francia, Bernard Lavallé y el director de Campus France en Colombia, Pierre-Marie Biotteau.
Los temas a tratar serán los dispositivos de cooperación entre Francia y Colombia, el programa de intercambio para la investigación ECOS-Nord de Colciencias y Campus France.
ECOS-Nord es el acuerdo de cooperación técnica y científica firmado entre Colombia y Francia en el año 1996. Gracias a él, se fomenta y desarrolla la cooperación mutua entre las instituciones de educación superior y de investigación.
Campus France es la agencia gubernamental francesa para la promoción de la educación superior y la movilidad internacional.
La última encuesta de Ipsos revela un apoyo público a la prohibición de productos plásticos peligrosos e innecesarios en todo el planeta.
El anuncio se produce pocos días después de que Tesla anunciase que sus ventas cayeron un 8,5% en el primer trimestre del año, periodo en el que las acciones de la compañía perdieron casi un 30% de su valor.
En las tradicionales colonias mexicanas se está produciendo una revolución sutil pero significativa. No se trata de disturbios políticos o sociales. Se trata de una transformación del sector minorista. Las tienditas de barrio, que son el corazón de las comunidades locales, están compitiendo ahora, en considerable desventaja, con las gigantescas cadenas de conveniencia como 7-Eleven y Oxxo.
Desde hace décadas la región de América Latina y el Caribe (ALC) ha venido enfrentando diferentes retos en materia de agua y saneamiento. Uno que ha tomado relevancia en los últimos años ha sido la falta de disponibilidad de datos y la poca confianza en los existentes.
La TRA advierte de que las plantas de procesamiento han alcanzado su límite de capacidad, a lo que se suma las restricciones a las exportaciones de residuos y los problemas de la baja calidad de los textiles de la moda rápida.
La ciudad de Osaki, al suroeste de Japón, recicla el 80 % de sus desechos y no posee una incineradora. Los restos de comida se mezclan con plantas podadas. Al descomponerse, se convierten en un rico compost, casi todo el cual se utiliza en las granjas de la ciudad.