Los restos fueron encontrados por la investigadora María Eurídice Páramo en un trabajo de extensión de la Universidad Nacional de Colombia que se llevó a cabo con Ecopetrol.
“La empresa iba a pasar unos tubos por Villa de Leiva y la Alcaldía le exigió que hiciera un reconocimiento paleontológico para que no fuera a dañar ningún fósil. Ecopetrol nos contrató y cumpliendo nuestra labor encontramos restos de un esqueleto no completo de un gran reptil marino”.
Los plesiosaurios eran de dos tipos. Unos de cuello muy largo y cabeza pequeña, y otros, de cuello corto y cabeza grande. “Tenemos de la cintura para atrás del animal. Pertenece a un grupo de reptiles marinos considerados los grandes depredadores del mar en ese momento”, explica Páramo.
“Este ejemplar es de cuello corto y cabeza grande, pero no tenemos ni el cuello ni la cabeza, lo que encontramos fue la parte posterior. Tenemos una parte de la columna vertebral, unas costillas, una parte de la cadera, dos aletas posteriores y la cola que es corta”, dice la experta.
La preservación de estos restos es bastante llamativa y no solamente de este ejemplar sino de los fósiles que se han encontrado en Villa de Leyva. En campo, los restos se colocan en coberturas de yeso para transportarlos sin dañarlos y al llegar al Museo de Paleontología de la Universidad se limpian.
“Este fósil llegó con roca y se limpió mecánicamente, porque la roca se prestaba para ello. El proceso se hace con cinceles y con un martillito neumático con compresor de aire. Se utiliza muy poca agua y si el hueso está muy oxidado o con mucho polvillo se usa un producto para consolidarlo”.
Villa de Leyva es un yacimiento muy rico. Hay evidencias de que este fue un sitio en donde quedaron depositados muchos cadáveres de animales marinos grandes.
El fósil ya hace parte de las colecciones paleontológicas de la Universidad y es único. La investigadora Páramo manifiesta: “Todo lo que se está conociendo todavía es muy nuevo, no sabemos mucho; así que toda pieza que aparezca todavía es muy importante y, en particular, este fósil que no coincide con ninguno de los ya conocidos”.
Y agrega: “En lo que ya logramos estudiar sabemos que tiene cosas especiales; por ejemplo, su morfología no es exactamente igual a ninguna de los especímenes que se conocen acá en la región. Y tiene algunas características que nos dicen que es un ejemplar juvenil, no un adulto”.
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Día Internacional de la Madre Tierra - 22 de abril
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