Es imposible para una sociedad democrática funcionar adecuadamente sin unas bases sólidas de conocimiento científico, aseguró Roald Hoffmann, durante su participación en el evento “Escuela Colombiana de Teoría y Computación en las Ciencias Moleculares", y el "IV Encuentro Nacional de Químicos Teóricos y Computacionales”, que se desarrollan en esta Universidad, del 28 de abril y hasta el próximo 1 de mayo.
Roald Hoffmann es un científico polaco nacionalizado estadounidense, Premio Nobel de Química en 1981.
La visita del Nobel a la Universidad del Valle es una oportunidad para desarrollar convenios entre investigadores y grupos de investigación de la región, en el campo de la química teórica, del que es experto Hoffmann.
Colombia no es desconocida para este científico, quien se crió en Nueva York, particularmente en la zona de Jackson Heights, en donde la colonia colombiana es amplia y reconocida; el Nobel se declaró amante del vallenato, de la salsa y de las arepas.
En una rueda de prensa con el Nobel participaron también los expertos Peter W. Langhoff y Robert Continetti, del Departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de California San Diego, una de las diez mejores universidades del mundo.
El reto de este nuevo siglo es el de ampliar la cobertura de la educación en ciencias; todos sabemos que se nos están agotando los recursos naturales, las fuentes de agua, fuentes de hidrocarburos, y necesitamos crear un futuro sostenible; ello requiere de una población altamente formada a nivel científico y tecnológico, expresa Robert Continetti.
Roald Hoffmann estuvo de acuerdo con Peter Langhoff al enfatizar en que se necesita una Universidad que no se distancie de la sociedad, que interactúe con ella y especialmente con el sector productivo.
Explicó que el modelo de universidad, entendida como una torre de marfil, distanciada de los sectores sociales, económicos y productivos de un país ya está fuera de lugar.
El Nobel Roald Hoffmann expresa que la riqueza de un país como Colombia, con infinidad de recursos naturales, no será suficiente si esos recursos sólo se extraen; el reto es asignarles un valor agregado, que contribuye al progreso del país, pero para eso se necesita un nivel de formación científica muy alto, un reto que la comunidad científica y el país en pleno tienen que asumir.
En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos, el sector de gestión de residuos desempeña un papel crucial en la protección de nuestro entorno. En este contexto, se destaca la relevancia de la formación continua para los profesionales de este sector, y los beneficios que conlleva para el medio ambiente y la sociedad en general.
La última encuesta de Ipsos revela un apoyo público a la prohibición de productos plásticos peligrosos e innecesarios en todo el planeta.
El anuncio se produce pocos días después de que Tesla anunciase que sus ventas cayeron un 8,5% en el primer trimestre del año, periodo en el que las acciones de la compañía perdieron casi un 30% de su valor.
En las tradicionales colonias mexicanas se está produciendo una revolución sutil pero significativa. No se trata de disturbios políticos o sociales. Se trata de una transformación del sector minorista. Las tienditas de barrio, que son el corazón de las comunidades locales, están compitiendo ahora, en considerable desventaja, con las gigantescas cadenas de conveniencia como 7-Eleven y Oxxo.
Desde hace décadas la región de América Latina y el Caribe (ALC) ha venido enfrentando diferentes retos en materia de agua y saneamiento. Uno que ha tomado relevancia en los últimos años ha sido la falta de disponibilidad de datos y la poca confianza en los existentes.
La TRA advierte de que las plantas de procesamiento han alcanzado su límite de capacidad, a lo que se suma las restricciones a las exportaciones de residuos y los problemas de la baja calidad de los textiles de la moda rápida.