La vicesecretaria general de la ONU participó en la sesión inaugural del cónclave de tres días para exhortar a los innovadores del sector a trabajar en conjunto con las Naciones Unidas en la mejora de la disponibilidad y el uso de datos desagregados y locales.
“Juntos podemos aprovechar de manera segura y responsable el poder de los datos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar un mundo en el que nadie, absolutamente nadie, se quede atrás”, apuntó Amina Mohammed.
Juntos podemos aprovechar de manera segura y responsable el poder de los datos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El segundo Foro Mundial sobre Datos, convocado por la ONU, constará de más de 80 sesiones y eventos paralelos durante los cuales los expertos provenientes de más de un centenar de países propondrán soluciones para mejorar esa información en áreas como la migración y la salud, entre otros temas relacionados con el desarrollo sostenible.
Datos para entender desafíos
Mohammed destacó la importancia de los datos “precisos, representativos, inclusivos y desagregados para entender los desafíos que afronta el mundo e identificar las soluciones más apropiadas para el desarrollo sostenible”.
Entre los muchos campos en que se pueden aplicar, se refirió a la utilidad de los datos en el diseño de sistemas de preparación y alerta temprana de desastres.
Esa información puede salvar vidas y medios de vida, afirmó.
Recordó que sólo el año pasado, los desastres naturales costaron 330.000 millones de dólares y sostuvo que con mejores datos podría haberse evitado parte de esas pérdidas.
Mohammed ilustró este renglón citando el caso de México, donde el sistema de alerta temprana de sismos ha aprestado a la población 158 veces desde 1993, reduciendo así el impacto potencial de esos fenómenos.
Señaló que los datos también permiten que los ciudadanos monitoreen el desempeño de sus gobiernos y les pidan cuentas sobre la toma de decisiones.
Pero para ello, dijo, debemos asegurarnos de que los datos estén disponibles para todos y en la actualidad eso no ocurre, por ejemplo “más de dos tercios de los países carecen de datos desagregados sobre la violencia contra las mujeres”, abundó.
“Por eso las Naciones Unidas lideran los esfuerzos globales para integrar los sistemas de información y datos. El Centro Abierto de Datos para los Objetivos de Desarrollo Sostenible permite a los países reunir datos de diferentes fuentes integrados con información geoespacial para facilitar la toma de decisiones basadas en la evidencia ”, explicó.
Ética y marcos de trabajo
La vicesecretaria subrayó también la labor de evaluación de las implicaciones de la revolución en la recolección de datos.
“Esto quiere decir establecer normas éticas y marcos de trabajo sobre protección y privacidad de datos para que esta información se use de forma responsable y segura en aras de un beneficio público”, puntualizó.
En su discurso, Mohammed resaltó también la necesidad de invertir en sistemas de recolección de datos y estadísticas y afirmó que, además de fondos, hace falta apoyo político y técnico.
“Precisamos desarrollar una cultura de datos, herramientas innovadoras y plataformas de visualización de datos que permitan a los usuarios entender la información intuitivamente e interactuar con ella en tiempo real”, enfatizó la alta funcionaria.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), o simplemente las Naciones Unidas (NN. UU.), es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
El equipo de PROMICON señala el camino hacia una bioeconomía sostenible a través de un informe de recomendaciones políticas y una campaña en redes sociales.
Un proyecto que cuenta con el apoyo de la organización para las migraciones enseña a peruanos y venezolanos técnicas de cocina y también cómo lanzar sus propios negocios gastronómicos. Después de estos cursos, algunas personas se insertan en el mercado laboral y otras generan nuevos emprendimientos.
La región de América Latina y el Caribe (ALC) se encuentra en una encrucijada entre la sostenibilidad ambiental y el desarrollo inclusivo, donde la gobernanza pública aparece como una pieza clave en la transición hacia una economía verde y más equitativa. En un contexto marcado por las desigualdades existentes, restricciones fiscales y una creciente desconfianza ciudadana, surge la pregunta: ¿Cómo se desempeñan nuestras administraciones públicas en estas áreas vitales para nuestro desarrollo económico y social?
Según los resultados, en la medición global la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) se ubicó en el puesto 1.000 entre 9.054 instituciones académicas y relacionadas con la investigación; en el "ranking" de universidades ocupó el puesto 441 de 4.762 instituciones de educación superior (IES); en la clasificación de universidades latinoamericanas alcanzó el puesto 10 entre 422 IES; y es la líder nacional de las 48 IES colombianas.
Dos de las claves que lo explican: los tipos de interés de EEUU y las compras de inversores chinos.
Aunque la tasa de crecimiento poblacional disminuirá, la fuerza laboral aumentará hasta 2050 con más de 400 millones de personas añadidas al mercado laboral. La necesidad de crear empleos, de que sean más productivos y de impulsar el crecimiento económico es un círculo virtuoso para resolver el desafío.