El aceite de este híbrido, producto del cruce del material colombiano con una palma brasileña (E. oleifera Coarí) y una africana (E. guineensis Lamé), contiene además hasta un 21 % más de ácidos grasos insaturados, los cuales son más benéficos para la salud humana.
“Asimismo, en el aceite de este material encontramos 1.413 partes por millón (ppm) de carotenos (provitamina A), mientras que en el insumo extraído de la palma africana este indicador ronda entre los 500 y los 700 ppm”, asegura Gabriel Arturo Chaves Betancourt, especialista en Cultivos Perennes Industriales de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Bogotá.
El profesor Daniel Gerardo Cayón Salinas, de la U.N. Sede Palmira y coinvestigador, afirma que esta mejora resulta importante porque los carotenos contribuyen a evitar problemas de la vista, al ser precursores de la vitamina A.
A su vez, el experto Chaves agrega que el porcentaje de extracción de aceite logrado con el híbrido se acercó a los valores que, en promedio, se alcanzan con la palma africana.
Afirma que “se obtuvo casi la misma cantidad de aceite por racimo, pero con el agregado de ser un aceite más fino. Este híbrido es, entonces, una posible alternativa agroindustrial al ser tolerante a la enfermedad ‘pudrición de cogollo’, que ocasiona enormes daños en los cultivos de palma africana”.
Uno de los objetivos del estudio es encontrar respuesta desde el potencial genético nativo a este problema sanitario, propagado por un patógeno conocido como Phytophthora palmivora, que en Tumaco ya generó la pérdida de 36.000 hectáreas de palma (un área cercana a la de Medellín). Ante este panorama, explica, los híbridos son por el momento la única salida económicamente viable para el sector en los lugares de alta incidencia de la enfermedad, ya que cuenta con la tolerancia heredada de los materiales americanos y el potencial de extracción de aceite de las plantas africanas.
“Muchos productores no cultivan híbridos porque estos necesitan de polinización asistida, que cuesta alrededor de un millón de pesos por hectárea, entre la mano de obra y el polen. Prefieren la palma africana pero después ven que las plantas pierden sus hojas y dejan de producir racimos. Cuando el 20 % de las plantas de la parcela están infectadas, ya no hay nada que hacer”, advierte el experto.
En Tumaco, cuenta, se tuvo una producción sin sobresaltos durante 30 años hasta 2006, cuando empezó a propagarse frenéticamente la enfermedad. En ese municipio se busca recobrar el trabajo que existía en el sector a través de la siembra de otros híbridos entre materiales de palma africanos y americanos. Sin embargo, la oferta de estos en el mercado es muy limitada y se concentra en unas pocas casas comerciales con una estrecha oferta de variedad genética.
Acoplando potenciales genéticos
Para la investigación se trabajó con material genético perteneciente a la empresa Indupalma Ltda., que también formó parte del estudio. Se evaluaron cinco materiales o genotipos de palma americana y tres híbridos en variables como conformación de los racimos, determinación del perfil de ácidos grasos, análisis de vitamina E y análisis de carotenos.
“Encontramos, por ejemplo, que en los materiales en los que se utiliza el genotipo colombiano Sinú como madre, se presenta una buena conformación de los racimos aún trabajando sin polinización asistida. Observamos que el 70 % de los frutos de cada racimo que producen estas plantas resultaban aptos para la extracción de aceite”, destaca el investigador.
Del aceite de palma se desarrollan productos como mantequilla, jabones, cosméticos, detergentes, concentrados para animales y el aceite de cocina. Según el investigador, casi todo el aceite americano se está utilizando para la producción de biodiesel, a pesar de sus excelentes atributos para el consumo humano.
Un estudio del CSIC diseña cepas de la bacteria ‘Pseudomonas putida’ capaces de utilizar residuos plásticos como nutrientes para transformarlos en bioplásticos degradables o compostables
La contaminación de agua por mercurio y otros metales pesados –como el plomo, común en zonas mineras– la deja no consumible, pone en riesgo la salud de todo ser vivo y aumenta la posibilidad de deforestación en las riberas. Una investigación adelantada en el municipio de El Bagre (Antioquia), con agua del río Nechí, mostró la eficiencia –entre 99,64 y 99,77 %– de un método de remoción de mercurio empleando electrodos de aluminio. Este método “separa” el metal del agua, como si se tratara de aceite, dejándola lista para consumo humano.
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha optimizado un sistema de ultrasonido para la extracción de compuestos beneficiosos para la salud a partir de residuos agroforestales. De esta manera, se podrán incluir como complementos nutricionales y farmacéuticos de una manera más asequible.
Desde hace más de 200 años el diamante ha estado en la cumbre de la escala de Mohs, la escala que mide la dureza de los minerales. Los diamantes son más que una piedra brillante, son el epítome de la dureza. Ahora puede que contemos con un mineral aún más duro, aunque por el momento, tan solo en la teoría.
Una enzima artificial basada en una proteína producida por una anémona que podemos encontrar en prácticamente cualquier costa española puede degradar el PET.
El ICMM-CSIC consigue optimizar la creación de materiales grafíticos, semejantes al grafeno, con aplicaciones clave para una energía sostenible como el almacenamiento de hidrógeno.