experimentos de campo realizados con esta descendencia se demostró estadísticamente la variabilidad genética, y se evidenciaron individuos con diferentes capacidades de fecundación cruzada, desde aquellos con valores mínimos hasta los que presentan valores que incluso pueden superar al mejor padre.
“Con estos resultados podemos ver que sí hay genes involucrados en la producción de semilla híbrida en poblaciones cultivadas”, dijo el investigador. A partir de eso concluyó que existe suficiente variabilidad residual para mejorar la fecundación cruzada de este cultivo.
Además, a partir de una población variable, el estudiante hizo un ejercicio de selección recurrente de las plantas más productivas, para cruzarlas en el siguiente ciclo. Por último obtuvo plantas más productivas en relación con la cantidad de semilla híbrida.
Este método es el primer aporte para evaluar la fecundación cruzada en arroz, que impacta en los procesos de mejoramiento de la capacidad de producción de semilla híbrida. No necesita evaluaciones dispendiosas y es de bajo costo, ya que no requiere ensayos adicionales puesto que se ciñe a las actividades rutinarias de los programas de mejoramiento y producción de híbridos de arroz.
Donantes silvestres
Los parientes silvestres del arroz son especies de polinización cruzada, es decir que para producir su descendencia prefieren fecundarse con otras plantas vecinas.
Cuando se introducen genes de una especie silvestre, para intentar mejorar una característica como la capacidad de fecundación cruzada en una especie domesticada, además de aportar los genes de interés, esta puede aportar caracteres desfavorables que llegarían a dañar la línea cultivada afectando la producción o la adaptación de la planta al cultivo.
Es por esto que la variabilidad genética encontrada en las poblaciones y líneas cultivadas, en relación con la capacidad de fecundación cruzada, permite mejorar líneas con mayor producción de semilla híbrida sin recurrir a especies silvestres.
De acuerdo con el investigador, “los híbridos están tratando de ser popularizados y dispersados alrededor del mundo desde 1976, cuando se liberaron los primeros en China, pero su principal problema ha sido su baja producción de semillas”.
Un equipo científico del IEO-CSIC ha analizado cómo ha variado la distribución de 102 especies demersales en respuesta al cambio climático
La candidata a doctorado Emma Bullock estudia los impactos locales y globales de los cambios en los niveles minerales en las aguas subterráneas del Ártico.
Hasta ahora, se pensaba que los únicos organismos "fijadores de nitrógeno" eran los procariotas, como las bacterias.
Un chinche de 3 mm no registrado por la ciencia sería útil para controlar el crecimiento del maracuyá silvestre ("Passiflora foetida"), un tipo de maleza que en países como Australia es considerada como invasora pues obstaculiza el paso en las playas e impide el crecimiento de otras plantas autóctonas. Este insecto sería un controlador natural porque completa su ciclo de vida sobre la planta y se alimenta de las hojas causándoles daño.
El vuelo de los insectos, el camuflaje de los pulpos y la cognición humana son tres ejemplos de innovación evolutiva que se basaron, en parte, en eventos de duplicación de genes hace cientos de millones de años.
Un estudio pionero liderado por el CSIC analiza la exposición de los hábitats europeos al impacto de 94 especies de animales y plantas invasoras e identifica regiones críticas para la conservación.