La Agencia de Noticias de la Univalle -ANU habló con el profesor e investigador Wilmar Bolivar -WB, Doctor (Ph.D.) en Biología de la Universidad del Valle, quien es miembro del Grupo de Investigación en Ecología Animal categoría A1, máxima clasificación que otorga Colciencias a destacados grupos de investigación del país.
Bolivar hace parte del grupo de científicos que encontraron los especímenes en lo alto de la cordillera, y en esta entrevista explicó la importancia de este hallazgo para la riqueza natural de la Nación.
ANU: Según el Ministerio de Medio Ambiente, Univalle adelanta estudios para confirmar la existencia de tres nuevas especies de anfibios ¿Cómo va este trabajo?
WB: El Grupo de investigación en Ecología Animal de la Universidad del Valle trabaja con el Parque Natural Nacional ‘Los Farallones’ en la fase de monitoreo del parque, por esto realizamos visitas a la zona de Korea, ( en la cuenca del río Meléndez) y al Alto Anchicayá, ambos puntos ubicados en los Farallones de Cali.
Primero tuvimos la intención de rastrear una especie de anfibio del género Atelopus, pero encontramos algunas especies que son nuevas para la ciencia, las cuales, en este momento, son trabajadas para ser presentadas en el mundo entero.
De las cuatro especies que tenemos para describir y presentar como nuevas, hay una que ya fue sometida al criterio de los investigadores de una revista científica especializada. Se trata de un centrolénido o rana de cristal. De igual manera, hallamos otras tres nuevas especies de ranas del género Pristimantis, de la familia Craugastoride.
ANU: ¿Cómo es el hallazgo de una nueva especie?
WB: Es un trabajo arduo. Porque cada día que aumentamos el conocimiento sobre especies de anfibios, reptiles u otros grupos animales, se hace más difícil poder diferenciar una especie de otra. Por esta razón, cómo están registradas muchas especies, el trabajo se intensifica, pues se debe comparar mucho más.
Por ejemplo, el centrolénido que mencionaba anteriormente, del género Linfargus, lo habíamos clasificado como una especie que se encuentra de la cordillera central, pero cuando pudimos capturar material, obtener fotografías, y al observar sus hábitos ecológicos y reproductivos supimos que era una especie totalmente distinta.
Para notar esta distinción entre especies, se analizan, por nombrar algunos aspectos, morfología, cantos, moléculas, tejidos y hasta el ADN, para saber que son diferentes entre sí.
ANU:¿Qué tan evidentes pueden ser las diferencias para demostrar que es una nueva especie?
WB: Las diferencias pueden ser mínimas, pueden llegar incluso a ser diferencias a nivel genético o molecular, pero en nuestro caso nos gusta que existan, además, razones morfológicas evidentes que nos permitan hacer la diferenciación.
ANU: ¿Qué particularidades morfológicas se observan en estas nuevas especies?
WB: Podemos decir, por el momento, que una de las especies tiene mayor número de tubérculos y de espículas en el cuerpo. Tiene posturas (nidos), en gelatina y no en espuma, con un mayor número de huevos.
Todos estos caracteres nos ayudan a definir sus particularidades como especie. Esto en el caso del centrolenidae, porque los Pristimantis son un grupo bastante difícil de comparar desde el punto de vista morfológico, puesto que es uno de los grupos de vertebrados más numerosos que hay en el mundo; es el género con mayor número de especies a nivel de ranas, lo que hace más complejo el trabajo de comparación.
ANU: Una vez se cuentan con las pruebas necesarias para demostrar el hallazgo de una nueva especie, ¿Cuál es el paso a seguir?
WB: Mucha gente cree que basta con escribir “Se encontró una nueva especie”, pero realmente necesitas material de argumentación. Lo ideal es contar con machos, hembras, juveniles, posturas, cantos, y si es el caso, contar con renacuajos para poder hablar en amplio concepto sobre la especie en todas sus fases.
Una vez recogido todo este material, se inicia la fase de comparación con el Holotipo, que es el espécimen único que se toma como referencia para describir una especie, de allí que sea muy valioso para el investigador. Puede ser macho o hembra, pero técnicamente debe ser el individuo que recoge la mayor cantidad de características de la especie. También tenemos los Paratipos, especímenes que muestran un poco las variaciones existentes dentro de la especie. Luego empieza un proceso de descripción detallada: morfometría, coloración en vida, coloración del espécimen muerto, coloración en alcohol, entre otros factores.
En la recta final, viene el proceso de redacción de un artículo científico, trabajo que es sometido a un juicio de una revista científica, desde donde se emite un concepto. Si el artículo es aceptado, se da a entender que el hallazgo es válido ante la ciencia. Aunque existen escenarios donde colegas investigadores pueden refutar lo descrito, por esta razón se debe estar muy seguro al momento de postular el texto para publicación.
ANU:¿En qué etapa de la investigación se encuentra este proyecto?
WB: Estamos aún en visitas de campo para levantar más información. Podemos redactar el artículo ya, pero queremos contar con más información antes de ser sometidos a juicio.
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