McCormick, una gran compañía alimentaria estadounidense, especialmente conocida en su país de origen como proveedora de especias y condimentos, anunció recientemente que está colaborando con IBM es un proyecto pionero relacionado con la inteligencia artificial... y los sabores de los alimentos.
El objetivo es explorar nuevos sabores de forma más rápida y eficiente haciendo uso de una IA desarrollada por IBM Research; ésta "aprende" sabores mediante machine learning y predice cómo sabrán las diferentes combinaciones de los mismos, lo que en palabras de la compañía abre "una nueva era en la innovación de sabores", con potencial para "cambiar el curso de la industria alimentaria".
La IA que nos dice si nos va a gustar la comida
Para la mayoría de nosotros, "probar nuevos sabores" se reduce a poco más que intentar cocinar nuevas recetas o probar novedades que vemos en los estantes del supermercado. Pero la gran industria trabaja con esquemas más complejos.
El objetivo que McCormick llevaba cuatro años persiguiendo era contar con una plataforma que pudiera aprender de las investigaciones que la compañía realiza hoy en día en 14 países diferentes, y proporcionar feedback a todos los equipos.
"No hay modo de que podamos hacer esto sin un machine learning que pueda evaluar los datos, aprender de ellos, mejorarlos y realizar nuevas sugerencias", explica Faridi. No sería la primera vez que una gran compañía alimentaria atribuye sus nuevos sabores a la IA y al final no encontramos más que humo. Pero "IBM Research" son palabras mayores.
La división de innovación de IBM pudo desarrollar algoritmos capaces de sugerir nuevas formulaciones de recetas gracias a que trabajaba con una gran cantidad de datos recopilados por McCormick a lo largo de 40 años. "Esta información nunca se compartió", señalan. Hasta ahora.
Según el jefe científico de McCormick, Hamed Faridi, son "más de 40 años de datos documentados [procedentes de estudios] vinculados con la análisis sensorial, las preferencias del consumidor y las paletas de sabores; fuimos de los primeros en adoptar la metodología sensorial".
Una metodología basada en "el estudio y evaluación de las propiedades organolépticas de los productos a través de los sentidos del ser humano". Es el análisis sensorial el que permite "clasificar materias primas y productos elaborados, conocer qué opina el cliente sobre un determinado alimento, si lo acepta o lo rechaza y en qué medida".
El nuevo sistema creado por IBM y McCormick, además, ya ha demostrado ser capaz de aumentar la eficiencia, según Faridi, quien explica que lo normal es que cada investigador tenga que realizar entre 50 y 150 iteraciones sobre cada fórmula base hasta hallar la adecuada. Ahora, han "descubierto que podemos acortar ese proceso en dos tercios". Y cuatro o cinco años "podremos hacerlo mucho más rápido".
McCormick confía en poder lanzar pronto en Estados Unidos su primera plataforma de productos desarrollada mediante inteligencia artificial, "ONE": la fecha prevista es mediados de 2019.
Vía | Bakers Journal & Food Navigator
Imagen | Joe mon bkk
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