Los bosques y los árboles respaldan la agricultura sostenible. Estabilizan los suelos y el clima, regulan los flujos de agua, ofrecen sombra y refugio y proporcionan un hábitat a los polinizadores y los depredadores naturales de plagas agrícolas. Asimismo, contribuyen a la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas, para quienes constituyen fuentes importantes de alimentos, energía e ingresos. Sin embargo, la agricultura sigue siendo el principal factor de la deforestación a nivel mundial y, a menudo, las políticas agrícolas, forestales y de tierras no casan.
En El estado de los bosques del mundo (SOFO) 2016 se muestra que es posible incrementar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria y detener o incluso invertir a un tiempo la deforestación. Para ello, se destacan los esfuerzos satisfactorios realizados por Chile, Costa Rica, Gambia, Georgia, Ghana, Túnez y Viet Nam. La planificación integrada del uso de la tierra es la clave para equilibrar los usos de la tierra, respaldada por los instrumentos de políticas adecuados para promover una actividad forestal y una agricultura sostenibles.
Los puntos de inflexión de la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico no son tan evidentes. Una nueva modelización matemática de una de las principales corrientes oceánicas de la Tierra destaca la complejidad del sistema.
Un proyecto, acompañado por la ONU, demuestra lo necesario que es el involucramiento de las comunidades en la preservación y protección de los ecosistemas y las áreas naturales que oxigenan el planeta y otorgan el alimento y otros recursos vitales.
Día Internacional de la Madre Tierra - 22 de abril
Los investigadores del MIT están desarrollando un sistema para reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero en las granjas lecheras y otros sitios.
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.