La intensificación de la producción agrícola ha llevado a una utilización cada vez mayor de antimicrobianos, un uso que se espera que aumente en un 67 por ciento para 2030.
El empleo de antimicrobianos es fundamental para el tratamiento de enfermedades en animales y plantas. El uso correcto de este importante recurso con las modificaciones necesarias en las prácticas, las políticas adecuadas y la acción apropiada para combatir la AMR es importante para la seguridad alimentaria y para alcanzar el objetivo de la FAO de eliminar el hambre en el curso de nuestras vidas.
Estudiemos más detenidamente la AMR para comprender mejor los riesgos globales que plantea para el futuro.
¿Qué es AMR?
La resistencia a los antimicrobianos (AMR) hace referencia a un fenómeno natural de microorganismos como bacterias, virus, parásitos y hongos, que ya no son sensibles a los efectos de los medicamentos antimicrobianos -como los antibióticos-, que antes eran eficaces en el tratamiento de las infecciones.
¿Cuáles son los peligros de la resistencia a los antimicrobianos?
Cuando los antimicrobianos se emplean inadecuadamente -es decir, una dosis equivocada, duración insuficiente o frecuencia incorrecta- promueven el desarrollo de microbios resistentes. Esto reduce la eficacia de los medicamentos, por lo que las infecciones y las enfermedades no se pueden tratar, o requieren otras terapias y otros medicamentos. La propagación de la AMR se considera una amenaza para los avances de la medicina a lo largo del siglo XX y está asociada con un aumento de la mortalidad, enfermedades más graves y prolongadas del ser humano y de los animales, pérdidas de producción en la agricultura, la producción pecuaria y la acuicultura, así como una merma de los medios de subsistencia y de la seguridad alimentaria. La AMR aumenta también la cantidad y el coste de los tratamientos y de la atención sanitaria y reduce la salud y el bienestar de los pacientes y de los animales.
Para la salud humana:
La prescripción excesiva y la administración frecuente y directa de antimicrobianos pueden promover el crecimiento de patógenos de la AMR (microorganismos causantes de enfermedades), provocando que las infecciones sean incurables.
Para la sanidad de animales terrestres y acuáticos:
Los antimicrobianos son esenciales para la sanidad, el bienestar y la productividad de los animales, y contribuyen a la seguridad alimentaria y a la salud pública. Los antimicrobianos se utilizan en las prácticas de producción pecuaria para tratar enfermedades de los animales (incluso para prevenir y controlar las enfermedades que se transmiten de los animales a los seres humanos), pero también como medida para prevenir enfermedades e incrementar el crecimiento y la producción de los animales. Su uso excesivo o inadecuado, así como el uso que no sea estrictamente necesario (por ejemplo, cuando se utilizan para estimular el crecimiento), puede hacer que estos fármacos que salvan vidas sean menos eficaces o incluso ineficaces, lo que a su vez conduce a mayores tasas de enfermedad , mortalidad y una merma de la calidad y la inocuidad alimentarias. Los residuos antimicrobianos en productos de origen animal y residuos animales contaminan el suelo y el agua, contribuyendo además a la aparición y propagación de la AMR.
Para la inocuidad alimentaria:
Los microorganismos que provocan la AMR en nuestros sistemas de producción agrícola y cadenas alimentarias no sólo suponen un gran desafío para la salud pública, sino también un elevado coste económico. Las buenas prácticas de higiene en la agricultura y la producción, procesado y distribución de alimentos son fundamentales para lograr la inocuidad alimentaria, pero son igualmente esenciales para abordar la AMR, en particular minimizando la transmisión de la resistencia humana a los antimicrobianos a través de la cadena alimentaria. Además, se ha observado que las enfermedades transmitidas por los alimentos causadas por organismos resistentes a los antimicrobianos son más graves, de mayor duración y con mayor probabilidad de requerir tratamiento.
¿Dónde están las deficiencias?
¿Qué se puede hacer?
EL Plan De Acción de la FAO para abordar la AMR se centra en cuatro áreas principales de trabajo:
Juan Lubroth, Jefe de Servicios Veterinarios de la FAO, subraya la importancia de la educación y de la comunicación en la lucha contra la AMR, ya que el aumento de la resistencia a los antibióticos sigue amenazando la salud mundial y la inocuidad de los alimentos.
Antimicrobial resistance: antibiotics in the livestock sector and their impact on public health - Fuente: Food and Agriculture Organization of the United Nations
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