Universidad Nacional de Colombia

Asimismo, en este espacio se tiene como meta generar una medición propia de ranking para las universidades latinoamericanas.

La iniciativa de la U.N. apoya el documento de la Declaración de Santiago de Chile, firmada este año por diferentes universidades estatales, en la cual se hace énfasis en la necesidad de que dichas instituciones lideren innovaciones pedagógicas y curriculares que fijen el estándar de calidad educativa de estos países.

Este encuentro, que reunió a 18 rectores de universidades públicas de América Latina, en la Universidad de Chile, el pasado mes de noviembre, fue el espacio donde los directivos reafirmaron la vocación de un trabajo unitario y la voluntad de reforzar vínculos de cooperación para enfrentar desafíos comunes.

La Universidad Nacional de Colombia, en cabeza del rector Ignacio Mantilla, fue la única del país presente en el encuentro, donde se realizó la Declaración de Universidades Estatales de América Latina.

La relevancia de las instituciones de educación superior estatales en la formación de las generaciones latinoamericanas, su proyección en el territorio y los desafíos de la descentralización, así como el concepto de lo público en su quehacer académico, las relaciones con el Estado y su papel frente a las sociedades del conocimiento, fueron algunos de los temas tratados en el evento.

Esta declaración refuerza, además, el trabajo dirigido a la extensión, al servicio a la comunidad, a la difusión del conocimiento y al acceso masivo a la cultura y las artes. De igual manera, apoya los proyectos de investigación conjunta y promueve redes temáticas de investigadores.

El profesor Mantilla compartió en este encuentro el éxito que ha tenido la U.N. con la reforma académica, especialmente la transformación experimentada con el paso a créditos que generó una flexibilidad y una autonomía no solo institucional sino individual, al proporcionarles a los estudiantes la libertad de decidir el ritmo de su formación.

“Esta experiencia de autonomía causó impacto, especialmente por el manejo correcto que se le da a la permanencia desligada del tiempo, asociada al rendimiento académico y al número de créditos que inscriben los estudiantes”, destacó el Rector.

Otra de las experiencias exitosas de la U.N. expuestas en Chile fue su Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama), que favorece a estudiantes de regiones fronterizas con ofertas curriculares de pregrado en las sedes de presencia nacional, ubicadas en zonas de frontera.

A través del Peama y del PAES (Programa de Admisión Especial), se benefician 2.927 estudiantes de poblaciones indígenas, afrocolombianas y bachilleres sobresalientes de las regiones más vulnerables. Adicionalmente, se presta especial atención a las personas en situación de discapacidad y, como eje transversal, se aplica la política institucional de equidad de género.

Esta experiencia se adelanta a la declaración, la cual enfatiza en los esfuerzos que deben hacer las universidades para acelerar la expansión del acceso a estudios superiores, asegurando una admisión sin sesgos discriminatorios y llegando a poblaciones tradicionalmente excluidas, de escasos recursos económicos y apartadas de las grandes zonas urbanas.

Por último, se puede resaltar que las declaraciones de Río y de las universidades estatales de América Latina en Chile, así como el encuentro sobre autonomía en la Universidad Autónoma de México, son una muestra de cómo las instituciones públicas de Iberoamérica están intensificando sus intereses comunes como autonomía, financiación y regionalización.