Para solventar esta falta de información, existen plataformas satelitales capaces de ayudar a los países a medir y monitorear más efectivamente sus recursos naturales. Los sensores remotos permiten abarcar extensos áreas y períodos sin necesidad de poseer mucho personal. Gracias a que la resolución y frecuencia de las imágenes disponibles aumenta continuamente, podemos acceder a información que de otra manera resultaría prohibitivamente costosa.
En 2016, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) comenzó a trabajar junto a La Unidad de Salvaguardias Ambientales y Sociales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para ofrecer apoyo financiero y técnico, con el fin de llevar adelante una serie de estudios de casos de sensores remotos. Su objetivo es demostrar la manera en que los datos obtenidos por los sensores remotos pueden brindar información de los recursos naturales, tanto para el diseño del proyecto como para su supervisión a lo largo de todo su ciclo vital, dando así lugar a la mejor gestión, planificación y cumplimiento de las Políticas de Salvaguardias del BID. ESA recurre a su amplia biblioteca de imágenes satelitales desde el año 2000 y a imágenes recientes de alta resolución, para llevar adelante estos análisis.
Muchos de los estudios de casos se centran en Bolivia, país en que el Banco está apoyando al Gobierno en un abanico de proyectos diferentes. Estos proyectos incluyen extender el acceso a agua potable hasta el área metropolitana de El Alto trayendo agua de las altas cuencas andinas, limpiar el agua que ingresa a la cuenca del Lago Titicaca, y proyectos de titulación de tierras en la región amazónica. Este análisis logrará específicamente:
Asimismo, los estudios de caso de ESA también apuntarán a:
El uso de tecnología de observación de la Tierra como herramienta estándar para la planificación, implementación, monitoreo y evaluación de proyectos del BID podría revolucionar la manera en que trabajamos, ayudándonos a tomar decisiones más informadas y a volvernos más eficientes en la detección de problemas. De este modo, podremos ser más eficientes a la hora de resolver estos desafíos a tiempo, contribuyendo al desarrollo sostenible de la región.
Día Internacional de la Madre Tierra - 22 de abril
Los investigadores del MIT están desarrollando un sistema para reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero en las granjas lecheras y otros sitios.
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.
La FAO presentará sus principales iniciativas para la gestión sostenible de suelos en la región, como el mapa mundial de nutrientes suelos, el protocolo de evaluación del manejo sostenible de los suelos, el programa Doctores de Suelos, y los proyectos SOILFER, en Guatemala y Honduras, y SOILCARE en el Caribe.