La conferencia presentará una trayectoria intelectual de la función del movimiento de los animales a las moléculas que hacen posible el movimiento. El movimiento es una manera de distinguir los animales vivos de los que no lo son, pero no siempre. Al igual que para todo el animal, el movimiento es una parte esencial de la función de los componentes celulares. ¿Qué pasa con las propias moléculas? ¿Tiene movimiento distinguir animado a partir de moléculas inanimadas? Para los animales se muevan, que requieren energía, que se obtiene principalmente mediante el uso de oxígeno.
Entonces, ¿cómo las ballenas y los delfines pueden utilizar sus músculos para sumergirse a grandes profundidades, donde el oxígeno no está disponible? La fuente de energía inmediata para la función muscular es la molécula ATP. La naturaleza, por la evolución, ha desarrollado un nanomotor rotatorio maravilloso para la generación de esta molécula. Los experimentos y simulaciones, particularmente aquellos con supercomputadoras, están revelando el mecanismo de este nanomotor y otras máquinas celulares.
Martin Karplus es docente Departamento de Química y Biología Química de la Universidad de Harvard, EE.UU., e investigador del Laboratorio de Química Biofísica de la Universidad de Estrasburgo y el Centro Nacional para la Investigación Científica, de Francia.
En 2013, Karplus fue galardonado con el Premio Nobel de Química junto con Arieh Warshel y Michael Levitt por el desarrollo de "modelos multiescala de complejos sistemas químicos".
Gracias al trabajo que empezaron a desarrollar entre 1970 y 1976, se sentaron las bases de los programas informáticos que se utilizan para comprender determinados procesos químicos. Estos programas simulan el comportamiento en la vida real de las reacciones químicas (las cuales se producen en fracciones de microsegundo), eliminando la necesidad de hacer un experimento clásico de laboratorio. A su vez, la posibilidad de plantear un proceso químico y comprobar rápidamente los diferentes resultados permite resolver hipótesis y hacer predicciones fácilmente.
Además de las utilidades prácticas, la simulación de procesos químicos ayudaría, entre otros, a estudiar cómo crear nuevos materiales o fármacos. Otra aplicación sería, por ejemplo, utilizar la informática para conocer las distintas maneras en las que puede crecer una célula solar y cuál de los organismos resultantes sería el más eficiente captando luz, lo que podría usarse para generar electricidad.
Karplus contribuyó en la aplicación de cálculos dinámicos clásicos para las reacciones químicas en fase gaseosa y la llamada Ecuación Karplus, que sirve para realizar análisis conformacionales de móleculas orgánicas.
Diamantes cultivados en laboratorio formados sin apretar en un líquido de galio, hierro, níquel y silicio.
Tres ciudades europeas muestran cómo el arte y la cultura pueden contribuir a crear barrios bellos, sostenibles e inclusivos.
La unión de ribavirina y remdesivir consigue eliminar de forma rápida el virus al inducir un exceso de mutaciones en su genoma que le impiden multiplicarse con eficacia.
La preocupación hacia los nano y microplásticos y su impacto en el medio ambiente y la salud de los organismos vivos ha aumentado considerablemente. Actualmente, no existe una metodología de análisis estandarizada para estudiar la presencia de estos, pero las autoridades ya comienzan a restringirlos. Además, existe un obstáculo clave que impide realizar las pruebas oportunas sobre los micro y nano materiales: la disponibilidad limitada de materiales caracterizados y trazables biológicamente. Por tanto, para poder continuar con esta línea de investigación es necesario disponer de partículas que sirvan de referencia, es decir, que conserven la naturaleza química del material y que tengan el tamaño de partícula adecuado.
AIMPLAS avanza en nuevas tecnologías para la descarbonización y la transición energética de la industria y el transporte, a través de dos proyectos de investigación y desarrollo financiados por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) y los fondos FEDER.
El equipo del proyecto MMAtwo, financiado con fondos europeos, presentó una tecnología para procesar residuos de polimetacrilato de metilo y convertirlos en materiales utilizables en una segunda vida.