En una conferencia realizada en la Hemeroteca Nacional Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), el doctor Lovejoy aseguró que “debemos pensar en actividades económicas con bajo impacto para la selva pero que al mismo tiempo favorezcan a las personas que viven allí”.
El biólogo –quien ha sido miembro de los consejos ambientales de las administraciones de Ronald Reagan, George H. W. Bush y Bill Clinton– señaló que, por ejemplo, se puede impulsar la acuicultura, técnica para dirigir y potenciar la producción de vegetación acuática y peces.
De igual manera, respetando el 57 % de la zona estrictamente protegida, se debería fomentar el conocimiento y la exportación de frutos como el açaí, que ya se encuentra en algunos supermercados de Estados Unidos, y que posee un alto efecto antioxidante proporcionando proteínas, minerales y vitaminas.
“Así mismo, existe la oportunidad de generar nuevas fuentes de energía y mecanismos como tanques de almacenamiento con el fin de optimizar el uso de las fuentes hidrológicas”.
Por otro lado, los países que integran la Amazonia: Brasil, Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Guyana, Guyana Francesa y Surinam tampoco se pueden olvidar de explorar otras alternativas económicas como los trabajos manuales o las artesanías, comentó el científico, Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación en 2009.
En dicho contexto, el doctor Lovejoy citó el caso de Tumbira, Brasil, como un ejemplo de comunidad sostenible: “las personas habitan de modo disperso en la selva, adecuándose a ella. Hay una escuela, con conexión a internet, en la que algunos niños viven a modo de internado y cada dos semanas visitan a sus familiares. Así mismo, existe una buena atención médica con conexión a Manaos, la principal ciudad del sector”.
“Tenemos que dejar de ser tan casuales cuando pensamos en nuestro desarrollo. La Amazonia es el repositorio más grande de biodiversidad terrestre y no podemos hacerle daño”.
Por último, y como respuesta a la pregunta por el caso colombiano, aseguró que “el principal reto es guiar el proceso de reocupación, y definir cómo se utilizará una gran parte de la región que, de repente, tras el conflicto, quedará abierta a diferentes escenarios. Debemos buscar lo mejor para el Amazonas y su gente”.
La actividad fue organizada por la Embajada de Estados Unidos en Colombia y apoyada por la Dirección de Relaciones Exteriores de la U.N.
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Día Internacional de la Madre Tierra - 22 de abril
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