INCREMENTA SU CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN DE VIDRIO TÉCNICO DE FACHADA.
Con esta inversión, Astiglass refuerza notablemente su capacidad para la fabricación de dobles y triples acristalamientos, de hasta 100 mm de espesor y con pesos de hasta 550 kgrs. por metro lineal de pieza, fabricadas en dimensiones de hasta 3.210 x 6.000 mm, con posibilidad de decalar vidrios a cuatro lados e incorporando la última tecnología en sellado.
Otros equipos incorporados en esta inversión son un control numérico horizontal de cinco ejes interpolados para el mecanizado de hojas de vidrio monolítico y laminado, especialmente configurado para el trabajo de grandes espesores, una línea de canteadoras bilaterales, una mesa de corte con decapadora automática y una nueva línea de impresión digital, todo ello igualmente configurado para trabajar vidrio de hasta 3.210 x 6.000 mm.
Conforme a los plazos ofrecidos por los fabricantes, los nuevos equipos entrarán en producción durante el 2018.
Con esta inversión, ASTIGLASS da respuesta al incremento de demanda existente tanto en el mercado nacional como en los distintos mercados internacionales en los que se encuentra implantado.
Esta empresa familiar nació en el año 1993, teniendo su origen en un pequeño taller de cristalería abierto a principios de los años sesenta por Donato Aliaga Caro, padre de los actuales gestores de Astiglass. El origen de ASTIGLASS se remonta a principios de los años sesenta, cuando siendo aún muy joven Donato Aliaga Caro, padre de los actuales gestores de Astiglass, puso en marcha su propio taller de cristalería.
“La primera observación por telescopio data de 1609, la realizó Galileo Galilei y lo hizo a través de catalejos con lentes de baja calidad y difíciles de fabricar. Eso cambió nuestra manera de ver al universo”, afirma Alejandro Farah Simón, académico del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.
El ser humano ha logrado moverse con cierta libertad por tierra, mar y aire. En los grandes núcleos urbanos, el transporte terrestre sigue siendo el rey, relegando el aire para tareas exclusivas como vigilancia o transporte médico. Pero más pronto de lo que podríamos suponer, los aerotaxis podrían verse por el cielo de las ciudades con la naturalidad con la que ahora vemos taxis por las calles.
Los lodos galvánicos, considerados como residuos peligrosos por su alto contenido de metales pesados –entre ellos cromo, níquel y cobre–, ahora tienen un nuevo uso como materia prima en la industria cerámica, ya que sirven como encapsulantes de metales y pigmento al mismo tiempo. Estos desechos se generan en procesos en los cuales se depositan capas de metal sobre otro material para protegerlo de la corrosión, como en la fabricación de automóviles o tuberías.
La industria textil fábrica prendas de vestir y un sinnúmero de accesorios que se han vuelto productos de primera necesidad. Este sector, que ha experimentado un constante crecimiento en respuesta a las necesidades personalizadas de los consumidores, también se enfrenta a la problemática del impacto ambiental. La principal problemática derivada de la producción de ropa, telas y fibras es el desperdicio y consumo excesivo. Esta industria es la segunda más contaminante, después de la industria petrolera, general alrededor de 92 millones de toneladas de residuos textiles se generan anualmente.
El proceso identificó 23 materiales prometedores entre 32 millones de candidatos en sólo 80 horas.
¿Has imaginado alguna vez navegar los cielos de tu ciudad en un taxi? Desde los inicios de la aviación, la idea de transportar pasajeros por el aire no parece una idea alocada. En este sentido, un taxi volador promete ser la solución a todos los problemas de congestión urbana de automóviles. Al respecto, la NASA ha venido trabajando en un proyecto de aerotaxi.