Los cristales de celulosa, la biomolécula orgánica más abundante en la biomasa terrestre, se descubrieron hace pocos años y para parte de la comunidad científica podrían ser el nuevo material de construcción del futuro.
A pesar de su peso ligero y su flexibilidad, se ha demostrado que tienen una resistencia incluso superior a la del mismo acero. Por esta razón, podrían utilizarse para una gran cantidad de aplicaciones como refuerzo y endurecimiento en materiales de construcción, mecánica y biomedicina.
Ahora, la investigadora de la Universidad de Córdoba (UCO) Araceli García ha conseguido junto a otros compañeros franceses y estadounidenses producir este revolucionario material a partir de hojas de maíz, uno de los mayores desechos agrícolas del mundo y que hasta la fecha tenía pocas aplicaciones.
Los residuos que genera el maíz se suelen tirar o quemar en la mayoría de los casos, pero ahora podrían tener una nueva salida más que provechosa, según este equipo, que publica su estudio en la revista Industrial Crops and Products.
Tradicionalmente, según subraya la investigadora, los nanocristales de celulosa “se suelen fabricar a partir madera, pero la madera no está disponible en todo el mundo”. Las hojas de maíz “son una materia prima más barata, menos contaminante, más sostenible y sin aplicaciones en alimentación”.
No obstante, esta no es la única razón por la que este desecho agrícola podría postularse como un claro candidato para la producción de este material. Según desvela la investigación, la celulosa extraída de las hojas de maíz tiene una estructura “larga y fibrosa y con un diámetro muy pequeño”. Por ello, confiere a los nanocristales de celulosa lo que en la literatura científica se conoce como “una alta relación de aspecto”.
El verdadero potencial de los nanocristales reside en su resistencia a la tracción, o lo que es lo mismo, en su capacidad para ser estirados. Por lo tanto, cuanto más largas sean las fibras, mayor refuerzo darán a los materiales “y menor cantidad se necesitarán, por lo que los costes de producción serán más baratos”.
En definitiva, de un residuo que a priori tiene poco uso se ha conseguido obtener un material de gran calidad y que tiene unas aplicaciones de alto valor añadido. No en vano, y aunque aún queda terreno por explorar, la comunidad científica prevé que su fabricación aumente de forma exponencial a lo largo de los próximos años.
Referencia bibliográfica: Extraction and process analysis of high aspect ratio cellulose nanocrystals from corn (Zea mays) agricultural residue . Smyth, M; Garcia, A; Rader, C; Foster, EJ; Bras, J..Industrial Crops and Products 108, 1 December 2017, Pages 257-266.
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.
La FAO presentará sus principales iniciativas para la gestión sostenible de suelos en la región, como el mapa mundial de nutrientes suelos, el protocolo de evaluación del manejo sostenible de los suelos, el programa Doctores de Suelos, y los proyectos SOILFER, en Guatemala y Honduras, y SOILCARE en el Caribe.
Un nuevo estudio confirma que 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales. Según el organismo, una vez más se han batido récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie y en los océanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas indica que en 2022 se produjeron un total de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que supone un 82 % más que en 2010. Según el documento, esta cifra va camino de aumentar un 32 % en 2030 si no se toman medidas.