Así lo reveló una investigación adelantada por el semillero Amaranto de la Universidad Nacional, que comparó la cantidad de agua necesaria para el cultivo de albahaca, utilizando dos cubiertas plásticas, una que permitía la entrada de luz en un 82 % y otra en un 35 %.
Tras seis meses de observaciones, se encontró que el invernadero con la cubierta que tenía más difusión de luz, demandó mayor consumo de agua. “Entre más luz hay más fotosíntesis. Por ello, este invernadero necesita más riego que el cultivo que recibía menor difusión de luz”, explicó Jessica Vargas, magíster en Ingeniería Agrícola de la U.N. y líder de la investigación.
Para las mediciones se tuvo en cuenta clima, humedad, temperatura y agua del suelo, desde 47 días después de la siembra de albahaca (el periodo más crítico del cultivo). Con esto se demostró que, según las respectivas coberturas plásticas, la planta necesita ciertas condiciones ambientales.
Para las mediciones se tuvo en cuenta clima, humedad, temperatura y agua del suelo, desde 47 días después de la siembra de albahaca (el periodo más crítico del cultivo). Con esto se demostró que, según las respectivas coberturas plásticas, la planta necesita ciertas condiciones ambientales.
“En cada modulo se usó una lámina de riego específica que definía la cantidad de agua que recibía la planta, y disminuíamos el tiempo de riego, según las necesidades de esta”, anotó.
Los investigadores determinaron la lámina de riego por una curva de retención de humedad, en la que se hace un análisis del suelo y, basados en las características, definieron cada cuánto debía regarse.
Luego miraban los cuatro modelos de las dos coberturas, medían el área foliar de la planta (la cantidad de superficie de hoja que posee), el peso en fresco y el peso seco, para demostrar que había diferencias significativas entre las láminas de riego de los ocho módulos que estudiaron.
El cultivo que recibía más luz necesitó de una lámina de riego del 100 %, pues conservaba altos niveles de materia seca, mientras en el cultivo con menor difusión lumínica, la lámina de riego se pudo disminuir a un 75 %. “Esta cobertura plástica es la que deben usar los productores en sus cultivos porque apoya la huella verde y disminuye notablemente el uso del agua”, sostuvo.
Sin embargo, se concluyó que si los cultivadores buscan que las plantas crezcan más rápido, pueden hacer uso de un plástico con mayor difusión de luz, pero ello implica un consumo de agua más elevado.
Por el contrario, la tela con menor difusión ofrece las mejores condiciones de temperatura y humedad relativa para el desarrollo del cultivo, y esto se ve reflejado en una disminución de costos y en ahorro del recurso hídrico.
El estudio se hizo con la albahaca, porque es una planta sensible al déficit y saturación de agua, es decir, si no se riega con una cantidad de líquido exacta, se arruina el cultivo.
Particularmente en Colombia, se trata de un producto de gran importancia económica, que presenta, con frecuencia, problemas de manejo en términos de clima y riego.
“Diversos estudios han mostrado que el nivel de radiación al que se expone el cultivo de albahaca, tiene un efecto directo sobre el crecimiento y la composición de las plantas del cultivo”, puntualizó.
Los resultados de esta investigación se incluyen en el tercer volumen de la Revista Amaranto, “Albahaca en ambiente protegido”, producida por los estudiantes del semillero.
La cartilla pretende convertirse en una herramienta de consulta, dadas las necesidades que presenta el cultivo de esta hierba aromática, nativa de Irán, India y otras regiones tropicales de Asia.
El documento aborda desde morfología, infraestructura de los cultivos, métodos de riego, herramientas y equipos, hasta el proceso de cosecha y poscosecha.
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