Habiendo trabajado en el sector de Agua y Saneamiento tanto en instituciones públicas como privadas, percibo otra “infraestructura invisible” que nos acompaña desde hace décadas y que probablemente persistirá hasta que consigamos teletransportar aguas limpias y residuales. ¿Cuál es? Las cañerías, válvulas, conexiones, medidores, entre tantos otros: todo lo necesario para recibir agua potable en nuestros hogares y eliminar las aguas residuales del modo más eficiente. Y es invisible a nuestros ojos porque la mayor parte se encuentra bajo tierra.
Todos los utilizamos (¿te has duchado esta mañana, lavado algunos platos, cepillado tus dientes, usado el baño?) pero no hablamos de ello. No se trata de mencionarlos, sino de preguntarnos: ¿apreciamos el modo en que su existencia mejora nuestras vidas? ¿Y si no hubiera agua potable en casa? ¿Si no tuviéramos cómo librarnos de nuestros deshechos? ¡Imaginemos el caos de salud y ambiental que nos rodearía! Para evitarlo, los gobiernos y las compañías de agua destinan millones de dólares a la expansión y/o rehabilitación de redes de agua potable de y de aguas residuales. ¡Como un tesoro escondido!
En Guyana, el gobierno nacional recientemente concluyó un proyecto, financiado por el BID, de US$12 millones (GY-L1025), gran parte (alrededor del 60%) del cual se adjudicó a la rehabilitación del anillo de distribución de la red de alcantarillado que abastece a aproximadamente 50.000 personas en la capital del país, Georgetown. Con esta inversión GWI (la compañía de agua de Guyana), podría aumentar el caudal de aguas residuales bombeadas en un 250%, lo que se relaciona directamente con la frecuencia de desbordamientos de alcantarillados. En tanto la red actual requiere mejorías adicionales, los beneficios del proyecto “invisible” son, de hecho, tangibles.
Entonces, #agradezcamosaloscaños y mantengamos abierto el diálogo sobre esta infraestructura invisible que mejora nuestras vidas.
Luego de los diferentes casos sobre fallas estructurales en los proyectos de ingeniería civil que han ocurrido últimamente en el país, la academia se cuestiona mucho sobre la calidad de la educación impartida a los ingenieros civiles y profesiones relacionadas.
EPM informa la evolución de la situación en el proyecto hidroeléctrico Ituango:
Este modelo de alojamiento está más integrado a los ecosistemas como respuesta al desplazamiento de fauna y flora ocasionado por la infraestructura hotelera.
Modelos de megaciudades, comunidades urbanas, y asentamientos rurales reciben los premios mayores en la competencia sobre diseño sustentable más importante del mundo.
La Alcaldía de Ibagué y el IBAL iniciaron la construcción de la segunda fase del acueducto complementario de la ciudad. En esta obra se están invirtiendo $30.000 millones para instalar 12.7 kilómetros de tubería desde Coello Cocora hasta la planta de tratamiento de La Pola.
Un proyecto colaborativo entre dos grandes empresas permitirá el desarrollo de vías más sostenibles, duraderas y resistentes en Colombia.