Arroyo Bruno. Fuente CINEP

"Desviar o agredir una de estas fuentes de agua representa un daño irreparable para este sistema indispensable para el sostenimiento de la vida de la naturaleza y los habitantes que ancestralmente hemos habitado estos territorios. Por eso hoy nos unimos en la protección de nuestro arroyo Bruno, y así impedir que sea desviado para usar sus aguas en la explotación de carbón a cielo abierto.”

Habitante de la Comunidad La Horqueta, municipio de Albania (Guajira) - Colombia.

En un departamento marginado por la pobreza, la desnutrición de niños (Según cifras de Secretaría de Salud de La Guajira en 2015 se reportó la muerte de 37 niños, 88 en 2016 y para el mes de agosto de 2017 se habían reportado 27 casos), la corrupción, la falta de servicios públicos y de una educación de calidad, puede parecer común que quieran mover un arroyo para continuar con la extracción desmesurada de carbón, exportado a países con economías fuertes, pasando por encima de toda la comunidad. Lo que es inusual, es que las comunidades y la gestión de diferentes organizaciones como, CENSAT, Agua Viva - Amigos de la Tierra Colombia, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria del Carbón – SINTRACARBÓN, el Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo", hayan logrado frenar por casi tres años el proyecto de la gran empresa Glencore, BHP Billiton y Angloamerican, (propietarias de una de las minas más grandes a cielo abierto del mundo).

Han pasado cuatro décadas de la extracción de carbón en el departamento de la Guajira, y una de las consecuencias, es la pérdida de diversas fuentes de agua, lo cual ha generado una pugna con las comunidades de la zona desde el año 2011, por los proyectos que pretenden mover las principales fuentes del preciado líquido.

En el año 2014 los esfuerzos de los diferentes pueblos y organizaciones lograron frenar el proyecto P500, que pretendía desviar el río Ranchería, con este triunfo llegó otra amenaza, el proyecto P40, que tiene como objetivos primordiales ampliar los tajos Oreganal, Tabaco y La Puente, buscando conseguir una mayor extracción del mineral. Para hacer esto necesitan desviar distintas fuentes de agua, destacando el desvío del arroyo Bruno, el cual nace en la serranía del Perijá y es uno de los 51 afluentes que mantienen el río Ranchería.

Ese mismo año, en el mes de noviembre, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA-, concedió, por medio de resolución la autorización para la ampliación del tajo La Puente, y además la autorización a Carbones El Cerrejón para desviar veinte fuentes de agua, y construir una represa en el río Palomino.

En 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares al pueblo indígena Wayúu de Colombia con el objetivo de frenar su exterminio. Las comunidades indígenas y afroguajiras han soportado durante décadas los proyectos de minería, los cuales han venido usurpando sus territorios y su fuentes hídricas. El río Ranchería se lo han robado poco a poco desde hace 30 años, porque ha sido más importante la extracción de carbón, que la vida de los pueblos indígenas y negros, los cuales están en esos territorios desde mucho tiempo atrás, antes que la empresa minera.

Es fácil en tiempos de sequía culpar al cambio climático de las problemáticas humanitarias del departamento (en especial la falta de agua); pero se hace necesario denunciar como el Cerrejón se ha apropiado de la mayoría de las fuentes hídricas para la extracción del mineral (de 142 litros de agua por segundo que utiliza el Cerrejón para la extracción de carbón, se pasaría a 3.027 litros de agua). La excusa de la empresa para correr el cauce, es que el arroyo está seco, pero al finalizar el año 2016 con la arremetida de la lluvias se demostró en redes sociales y diferente medios como el arroyo está vivo y embellece todo lo que lo rodea.

El 9 de febrero del presente año se reunieron en la comunidad de la Orqueta, representantes del Ministerio del Interior, Ministerio del Medio Ambiente, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Corpoguajira y Carbones del Cerrejón Limited, acompañados por mujeres Wayúu y el Comité Cívico de la Guajira, para agendar el proceso de consulta para decidir si se desvía o no el arroyo Bruno. "... ya en una ocasión nos quitaron el territorio y ahora nos quieren quitar el agua", comentó la autoridad Wayúu Lorenza Pushaina, además de mostrar su desacuerdo por el modo acelerado en que se está llevando la metodología utilizada para la generación de la consulta.

No al desvío del arroyo Bruno Fuente: Mauro Sastoque

Sin embargo el proyecto para mover el cauce sigue en pie, con la fuerza de la multinacional, apoyado por los políticos de la zona. El 16 de mayo dos asociaciones indígenas, Asobruno y Raíz de Agua, firmaron un convenio con la empresa para la reforestación; por lo cual a finales de mayo del presente año un tramo de 3.7 kilómetros del arroyo estaba siendo removido 700 metros (El proyecto empresarial busca expandir la producción de 32 a 40 millones de toneladas de carbón por año).

removido 700 metros (El proyecto empresarial busca expandir la producción de 32 a 40 millones de toneladas de carbón por año).

El pasado 31 de agosto líderes Wayúu y afrocolombianos se trasladaron a Bogotá, marcharon y compartieron agua del arroyo, además de dar a conocer la problemática que padecen por causa de la minería en un acto que tuvo gran acogida por los transeúntes del centro de la capital.

Gracias a todas las inconformidades manifestadas por comunidades mediante una tutela, el pasado 2 de septiembre de 2017 se suspendió provisionalmente las obras de desviación del arroyo. Es de resaltar que esta medida no detiene las obras de adecuación del nuevo cauce, mientras tanto se sigue a la espera de la realización de una consulta popular donde participen todas la comunidades afectadas. Solo el futuro le dará la razón a las comunidades o la oportunidad a la empresa.

Mauro Sastoque Campos
Periodismo digital
Revista Virtual Pro.