Los nuevos materiales son híbridos que combinan composite polimérico termoplástico y metal para lograr piezas más ligeras y de alta calidad que hasta ahora se veían limitados a su utilización en series cortas por el tiempo y los costes necesarios para su producción.
Los materiales composites proporcionan innumerables ventajas derivadas de sus altas prestaciones y bajo peso a sectores como el del transporte. El problema es que su producción masiva todavía no es una realidad por los complejos métodos de producción que se requieren.
El resultado serán unas estructuras híbridas de composite polimérico termoplástico y metal más ligeras y de alta calidad con unos costes menores de producción, que también supondrán un ahorro energético y de tiempos, contribuyendo así a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Concretamente se van a desarrollar dos tecnologías innovadoras: una de microondas para los procesos de pultrusión y RTM que permitirá obtener composites termoplásticos de fibra larga, y otra de unión por láser que hará posible añadir insertos de metal en las piezas de composite. A partir de estas nuevas tecnologías, se fabricarán tres demostradores: el pilar de cabina para un camión de MERCEDES BENZ, la cubierta del techo de un tren fabricado por STADLER y la piel de una puerta de vehículo fabricada por GESTAMP.
El proyecto, que tiene una duración de 42 meses, cuenta con la participación de un total de 13 socios de siete países y ha recibido financiación del programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 bajo el acuerdo de subvención número 768737.
Sobre AIMPLAS AIMPLAS es el Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia y está inscrito en el Registro de Centros Tecnológicos del Ministerio de Economía y Competitividad. Pertenece a la Federación Española de Centros Tecnológicos, FEDIT, y a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT.
AIMPLAS es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo actuar como socio tecnológico de las empresas vinculadas con el sector del plástico ofreciéndoles una solución integral y personalizada mediante la coordinación de proyectos de I+D+i y servicios tecnológicos (análisis y ensayos, asesoramientos técnicos, formación e inteligencia competitiva y estratégica).
“La primera observación por telescopio data de 1609, la realizó Galileo Galilei y lo hizo a través de catalejos con lentes de baja calidad y difíciles de fabricar. Eso cambió nuestra manera de ver al universo”, afirma Alejandro Farah Simón, académico del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.
El ser humano ha logrado moverse con cierta libertad por tierra, mar y aire. En los grandes núcleos urbanos, el transporte terrestre sigue siendo el rey, relegando el aire para tareas exclusivas como vigilancia o transporte médico. Pero más pronto de lo que podríamos suponer, los aerotaxis podrían verse por el cielo de las ciudades con la naturalidad con la que ahora vemos taxis por las calles.
Los lodos galvánicos, considerados como residuos peligrosos por su alto contenido de metales pesados –entre ellos cromo, níquel y cobre–, ahora tienen un nuevo uso como materia prima en la industria cerámica, ya que sirven como encapsulantes de metales y pigmento al mismo tiempo. Estos desechos se generan en procesos en los cuales se depositan capas de metal sobre otro material para protegerlo de la corrosión, como en la fabricación de automóviles o tuberías.
La industria textil fábrica prendas de vestir y un sinnúmero de accesorios que se han vuelto productos de primera necesidad. Este sector, que ha experimentado un constante crecimiento en respuesta a las necesidades personalizadas de los consumidores, también se enfrenta a la problemática del impacto ambiental. La principal problemática derivada de la producción de ropa, telas y fibras es el desperdicio y consumo excesivo. Esta industria es la segunda más contaminante, después de la industria petrolera, general alrededor de 92 millones de toneladas de residuos textiles se generan anualmente.
El proceso identificó 23 materiales prometedores entre 32 millones de candidatos en sólo 80 horas.
¿Has imaginado alguna vez navegar los cielos de tu ciudad en un taxi? Desde los inicios de la aviación, la idea de transportar pasajeros por el aire no parece una idea alocada. En este sentido, un taxi volador promete ser la solución a todos los problemas de congestión urbana de automóviles. Al respecto, la NASA ha venido trabajando en un proyecto de aerotaxi.