En Colombia, donde Los Andes se dividen en tres ramales separados por fértiles valles, se genera una gran variedad de ambientes, altitudes y climas, que permiten el desarrollo de una de las mayores biodiversidades de la franja tropical. Debido a su localización en plena zona de convergencia intertropical, esta zona montañosa es una de las más húmedas de Suramérica.
La región andina de Colombia, que ocupa tan solo el 27% de su territorio, es la que alberga una mayor cantidad y diversidad de especies de flora y fauna; tan solo en plantas se han contabilizado cerca de 11.500 fanerógamas —plantas con flores—, 1.050 helechos, 914 musgos, 756 hepáticas y 1.396 líquenes, lo que en conjunto representa el 43% de la flora del país.
Los Andes colombianos poseen la mayor riqueza de especies de fauna: de las 463 especies de mamíferos registradas en el país, 329 —71%— se encuentran en las montañas andinas y en esta región se han registrado 274 especies de reptiles, más de la mitad de todos los conocidos en Colombia y más de la mitad —52%— de las casi 1.900 especies de aves registradas en el país vive o visita la región andina. El ave emblemática de Los Andes, el cóndor, que estuvo prácticamente al borde de la extinción, gracias a las campañas intensivas de reintroducción en algunas áreas protegidas, se puede observar nuevamente surcando los cielos.
En cuanto a la población humana, la mayoría de los antropólogos y arqueólogos coinciden en afirmar que a comienzos del siglo XVI cuando llegaron los conquistadores europeos, el territorio de Colombia estaba poblado por alrededor de 5 millones de habitantes; de estos, se estima que 3 millones se asentaban en los valles interandinos y en las tierras altas de los Andes, principalmente en los actuales departamentos de Nariño, Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Antioquia.
Actualmente, el nivel de transformación de los ecosistemas andinos en Colombia supera el 70%, lo que ha llevado a que, con excepción de las selvas nubladas que todavía cubren extensiones considerables de las laderas húmedas de las cordilleras Occidental y Oriental, la cobertura actual de bosques naturales se haya reducido a parches o fragmentos aislados. Así mismo, se estima que el ecosistema de vegetación subxerofítica, característico de los enclaves secos de los valles interandinos y los cañones de transversales, no sobrepasa el 5% del original. Las causas de esta devastación se deben, entre otras, a la colonización, la expansión de la frontera agropecuaria , la tala para la producción maderera , la minería, el consumo de leña y los cultivos ilícitos.
La importancia de un libro y de una colección como la que presenta el Banco de Occidente, radica principalmente en crear conciencia de la importancia de proteger los ecosistemas naturales, pues estos nos prestan numerosos servicios ambientales. En las montañas andinas se genera el 75 % del agua que se consume en las ciudades y en sus laderas y valles se encuentran tierras productivas para la agricultura; así mismo, sus bosques y humedales son importantes reservorios de carbono.
El Banco de Occidente es una entidad financiera colombiana perteneciente al Grupo Aval Acciones y Valores, con sede principal en la ciudad de Cali que lleva una trayectoria de más de cincuenta años.
Un proyecto, acompañado por la ONU, demuestra lo necesario que es el involucramiento de las comunidades en la preservación y protección de los ecosistemas y las áreas naturales que oxigenan el planeta y otorgan el alimento y otros recursos vitales.
Día Internacional de la Madre Tierra - 22 de abril
Los investigadores del MIT están desarrollando un sistema para reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero en las granjas lecheras y otros sitios.
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.